´Te espero cuando la noche se haga día, suspiros de esperanzas ya perdidas. No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás. Sé que la distancia te hiere, sé que las noches son más frías, Sé que ya no estás.´
Mario Benedetti
Pero aún así te espero,
como se espera la muerte (inevitable)
como se anhela la vida (ingobernable)
Te espero
con las manos rotas de albergar caricias.
Con la piel gastada de fuego y ceniza.
Te espero
acompañada de esta soledad tan fría,
tan tuya ¡tan mía!
Esta soledad tardía
¡qué me llena de ti y de ti me vacía!
Y aún así, te espero,
en la estación del tiempo dónde termina la vía,
descarrilada y torpe, destartalada y fría.
Con sus vagones grises y su media sonrisa.
Te espero toda.
Con mi completud precisa,
con la minuciosa exactitud
de abarcarte entero
.
Te espero siempre
con una flor en los labios
y en mis ojos de mar..
este amor sellado con un verbo.
“Lo sé, sé que no vendrás” “Sé que ya no estás”
pero aún así…
inevitable, ingobernable
¡te espero!
La espera es eterna...Bellísimo.
ResponderEliminarY para que no estés triste, en mi blog te esperaq un regalo en: "Mujeres que pasan los 40" ( pero es para mujeres de toda edad) Bso.
La poesia es preciosa mi amiga, se parece tanto a lo que sentimos muchas..ese deseo de espera total y unica, sin limite, sin condiciones..Uno cree en la espera..Solo que en ella, a veces, se va la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.