Qué tristeza hay en tus labios,
qué tristeza hay en tu boca
cuando no puedes nombrarla
¡Ay! ¡qué tristeza más honda!
Y se te clavan los besos
que nunca pudiste darla
y son dagas los “te quiero”
¡tatuados en el alma!
Y aunque habitas contemplando
estrellas de un mismo cielo
¡es inmensa la distancia!
¡tan profundo el desconsuelo!
¡Ay de esa pena tan tuya!
que va latiendo en el pecho,
lleva nombre de mujer
con piel clara y ojos bellos.
¡Ay de esa pena tan mía
por ver cómo estás sufriendo!
Que vas muriendo de sed
sin ver las aguas que llevo.
Y te voy secando el llanto,
con ese mismo pañuelo,
donde mi piel de alabastro
llora por ti en el silencio,
donde vierto mi quebranto
en puñaladas de tiempo,
que van muriendo de tanto..
¡de tanto querer que en mis labios
busques todos los besos!
¡Ay de esa pena tan tuya!
que me hiere y me condena,
¡Yo suspirando por ti
y tu muriendo por ella!!
Siento que esa pena cale tan hondo...
ResponderEliminarBesos,Vega Pasión.
No es maravilloso que exista la poesía para expresar lo que manda el ánimo sin dar explicación alguna?
ResponderEliminarLindo blog.
Te espero cuando quieras en:
* http://decadadeautoexilio.blogspot.com/
* http://mivozmipalabra.blogspot.com/
* http://laletralate.blogspot.com/
Ana Rosa