Tal vez deba ser así.
Tal vez mis manos aún no estén preparadas para volver a sentir como la primavera salpica de vida sus pétalos.
Tal vez deba dejar que la lluvia abra de par en par los surcos y limpie los restos de ceniza que se fueron enquistando bajo los párpados y que hicieron de mis ojos, un viejo nido de tristeza.
Tal vez no sepa ya conjugar entre mis labios algo distinto que el aliento silencioso de la soledad.
Tal vez deba ser así.
Pero no puedo evitar sentir como me lates.
No puedo evitar susurrar tu nombre en los rincones de mis días y de mis noches.
Te extraño.
Extraño el color de tu voz acariciando los cristales de la mañana.
Extraño acurrucarme entre tus brazos y detener el mundo en la comisura de tu sonrisa
Extraño tus silencios. Tus palabras.
Tu caricia cómplice…
Extraño empañar de ternura el azul de tu camisa y contar los lunares que aún quiero besar de tu espalda.
Tal vez deba ser así… pero te extraño y a veces, algunas veces aún se mece un “te quiero” en la mirada de una lágrima.
Es cierto que "tal vez deba ser así" y hasta puede que sea "un imposible", pero lo cierto es que aún se mece y se extaña ese "te quiero", como bien dices, en una lágrima.
ResponderEliminarGracias por tan bello poema querida amiga.
Un abrazo.
Gracias a ti Rafael por tu sensibilidad y tu cercanía. Un abrazo
EliminarJugar con los lunares es una verdadera tentación!!! Poema personal y sentimental. Suelo huir sin reparos de estas dos acepciones intentando hacerme impersonal y tibio como un animal sin escrúpulos; pero, de cualquier forma, la poesía sobrevive con toda su riqueza desprendiéndose sutilmente de nosotros.
ResponderEliminarCierto, la poesía nos enriquece y nos sobrevive. Solo somos un breve "habitáculo" temporal.
EliminarMe llama la atención lo que dices de que intentas hacerte impersonal... ¿es eso posible en poesía? Yo... creo que no.
Gracias por estar cerca de mis verso Raul. Un beso
Tienes razón: hacerse impersonal es como pretender ser invisible.
EliminarSimplemente hay un cierto distanciamiento para ver mejor. La persona que somos y las ideas o sentimientos que queremos transcribir no siempre concuerdan (es una forma de relegar la monotonía y los vicios de nuestro circunloquio habitual). Renunciando a nosotros abrazamos el mundo, pero la supuesta renuncia es siempre muy sutil. El escritor, a menudo, no encaja con las ideas y sentimientos preconcebidos. Una forma más sencilla de comprender lo que quiero decir se refiere a la afectación, cargante y desmesurada hace del poema un coto privado y una referencia tan objetiva que aburre (y el aburrimiento, ya sabemos, es el peor de los pecados).
Me gusta mucho el final que le has puesto como un broche de lágrima a este estupendo poema. Besos.
ResponderEliminarAy esas lágrimas tan presentes, a veces, Marcos. Un beso grande
Eliminaral anochecer ... cuando la ternura se derrama en tu mirada, las estrellas gota a gota en tus labios dejaran un sueño y un te quiero..
ResponderEliminarTal vez Rodin, tal vez algún eso vuelva a suceder. Gracias por estar aquí. Un beso
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSeguro que no será así. No, amando con esa fuerza.
ResponderEliminarFelicidades por el poema.