sábado, 13 de abril de 2013
Sin ti...
La noche no encuentra refugio en la sombra
Sin ti, se entristecen los ojos del mar,
y llora la luna, lágrimas amargas,
sobre sus mejillas de arena y cristal.
Se apagan los ecos del viento en mi boca
y un gemido sordo, te viene a nombrar.
Sin ti llueve dentro. Son frías las horas
y un cielo apocado comienza a temblar.
Sin ti los otoños deshojan los labios,
los besos marchitan antes de brotar.
Quedan parques vacíos. Voces silenciadas
y unos árboles muertos que no saben cantar.
Sin ti las luciérnagas encienden inviernos
y el verbo se extingue tras la oscuridad.
Mi cuerpo es de mármol, agrietado y yermo
tallado en los moldes de la soledad.
Sin ti, vida mía, la vida se esconde,
la vida se apaga ¡la vida se va!
Sin ti, vida mía, no encuentro rincones
donde el aire aún sepa ¡cómo respirar!
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Hay ausencias tan desoladoras que no se puede llenar ese vacío por mucho que lo intentemos, pero hay alguien que las puede atenuar, el tiempo.
ResponderEliminarBesos llenos.
Maravilloso, Ángela. Me quedo con la estrofa de los parques vacíos, me ha encantado. En este caso, la música y el poema parecen caminar de la mano. Estupendo. Besos.
ResponderEliminarPreciosas letras de sentimientos dolidos.
ResponderEliminarLetras arrancadas al corazón.
Bello poema.
Un beso