No acude esta noche la calma.
Amenazante me ronda el delirio,
que se esconde bajo la almohada
y en mi boca, a dentelladas,
¡se muerde el ardor de un gemido!
¡Ausencia de piel contra piel!
De besos perdidos.
De cuerpos buscando saciar esta sed
¡que mata! ¡que quema! ¡ahogada en olvidos!
Desierto y arena pueblan el camino,
la senda quebrada, entre tu labio y el mío.
¡Y tirita el deseo colgado en mis ojos!
Tu nombre grabado palpita en mi entraña,
te llama, te clama, te añora ¡te extraña!
No quiere olvidar la desnudez de tu espalda
estremecida bajo el yugo de mis dedos tibios,
de mis labios silentes que perdidos vagan
por el rumbo que traza la piel de tu ombligo.
Era suficiente un leve roce, un breve encuentro,
para elevar el curso de los ríos,
era suficiente conjugar en mí boca tu verbo
para naufragar contra corriente en tu mar bravío.
Es por eso que en esta noche incierta
no llega el olvido,
se esconde la calma y ¡acecha el delirio!
Rilke dijo: el amor es la piel contra la piel, áspera es la rabia del destierro
ResponderEliminarDijo Rilke: el amor es la piel contra la piel, áspera es la rabia del destierro.
ResponderEliminarÁngela, impresionantes letras!
ResponderEliminar¡Ausencia de piel contra piel!
De besos perdidos.
Admiro mucho tu forma de expresar la pasión y el amor de una forma tan sensual y delicada..bueno, ya sabes que soy tu fan :)
Te abrazo, tu amiga,
Clara
Mi amiga querida , tus letras son como tú , hermosa y sensibles, te mando besos y acuchones
ResponderEliminarClaudia