Me derrotas.
Con la boca empapada de dulzura,
con tu manos vistiendo mi cintura,
con la noche cómplice de mis curvas
cuando entre tus labios de sal
se enreda mi espalda desnuda.
Me derrotas.
Se estremecen los pilares de la entraña,
mientras susurras mi nombre en el viento
y es el cuenco de tu boca donde estalla,
la humedad de tu beso, penetrando en mi beso .
Me derrotas.
En esta batalla de piel, ya desgastada,
que renace entre tus manos…
esas manos que me apresan, me reclaman,
me subliman y me amarran
en el puerto de tus brazos,
en el vuelo de tus alas.
Me derrotas.
Soy esclava del deseo
que ante tu piel se desata,
volcán de ceniza y fuego
que incendia mi cuerpo y me abrasa.
Me derrotas.
En el templo de tus ojos se encadena mi mirada
y me hace libre para amarte,
libre para entregarme, sin apenas decir nada,
siendo lluvia que renace
sobre tu cuerpo, hasta que despierta el alba.
Libre para entregarme, sin apenas decir nada...
ResponderEliminarMe derrotas...
Tus letras van llenas de esa caricia suave que al final...
Ay mi Dios, amiga, a veces me pregunto, por qué...
Sabes que te quiero , madrileña.
Cuídate mucho