Vi llorar a la noche mirando tu rostro
y una tristeza infinita se me clavó en los ojos.
Lloraban las flores rocío y escarcha,
escondiendo sus pétalos al nacer el alba.
Lloraba la tierra por verme vencida,
derrota de madre con la entraña herida.
Lloraba en la cuna tu imagen dormida,
la dulce caricia en tu cara de niña.
Lloraron las horas, los días, los años,
los relojes muertos de tiempo en mis manos.
Lloró hasta el desierto, lágrimas de arena,
volcando en el viento tormentas de pena.
Ya no queda llanto ni sangre en las venas.
Ya no quedan manos ni puertas abiertas.
Solo está el silencio que siempre se queda,
esperando el regreso de la niña aquella…
de aquella muchacha de sonrisa abierta,
de mirada fuerte y de inmensa belleza.
Ya no tengo lágrimas. No tengo certezas.
Solo sé que me dueles en cada muerte pequeña,
solo sé que el vacío de tu ausencia… me quiebra.
Solo sé que me estalla… ¡en el alma la tristeza!
Me inclino ante tu poesía amiga.. hermosos versos..
ResponderEliminarMe disculpo por mi ausencia de tu espacio.
Un abrazo
Saludos fraternos....
Que disfrutes de un ben fin de semana..
Sólo se... que tus versos han llorado y que mi corazón se apena, de leer ésta tristeza que se ahoga en tu silencio.
ResponderEliminarSe te echa de menos Angela, sólo espero que estés bien amiga.
Un abrazo infinito, cálido y con mucho cariño.
Que poema tan triste!
ResponderEliminarMe dejaste desolada.
Besos!
=) HUMO
Es cierto, uno queda completamente desolado despues de leer esta poesia y ubicarse en la situacion. Me ha parecido insuperable la imagen de lagrimas de arena..tremenda manera de graficar, visualizar y hasta sentir el dolor fisico de esas lagrimas asperas y gruesas. Un abrazo mi amiga.
ResponderEliminarPerdóname si me quedo sin palabras, madrileña de mi alma.
ResponderEliminarTe quiero, amiga querida.