Desde lejos.
Desde
ese lugar extraño
donde
se anida el recuerdo,
llegaste
para abrazarme
con
el alba entre los dedos.
Caminando
entre mis ojos,
abriendo
en mi mar senderos,
desde
lejos, desde dentro,
llegaste
para salvarme
de mi
misma, de mis miedos.
Y a
pesar de los naufragios
escondiéndose
en mi pecho,
a
pesar de los agravios
de mi
voz… de mis silencios,
tu
llegaste… desde lejos
para
quedarte en mi sombra
y
moldear la luz de nuevo.
Desde
siempre… desde lejos,
has perfumado
mis labios
con
el sabor de tus besos
y has
dibujado en mis manos
un
pincel con su lienzo.
Ahora
llueves en mi carne,
me llueves
de piel para dentro.
Me
abrazas al caer la tarde
y
susurras mi nombre al viento.
Ahora
recorres mi sangre,
eres
parte de mi cuerpo,
le
das cobijo a mi aire
y vas
latiéndome en el pecho.
Desde
siempre… desde lejos…
te
siento tan cerca mía…
¡tan
mío te estoy sintiendo!
No hay distancias, no hay fronteras, solo pieles sintiendo, recorriendo, recordando.
ResponderEliminarSaludos.