Extrañamente seca.
Extrañamente rota.
Así nazco entre mis días,
así muero entre mis horas.
Opaca e intranscendente,
pariendo oscuridades,
¿quién dijo que era cierto
que el sol siempre renace?
¿Quién dijo que era el llanto
el desagüe de la herida?
¿quién dijo que era el tiempo
la cura prometida?
¿Quién sabe de verdades
en un mundo de mentiras?
¿Quién dijo que el amor
es la fuente de la vida?
Extrañamente rota.
Rota, seca y vacía..
así nazco entre mis horas.
Así muero entre mis días.
Duro y absolutamente consistente, amiga.Real.
ResponderEliminarEres un poetisa que sabe hacer sentir a sus lectores la intención tuya,en todos los temas que desarrollas.
Te felicito por tu escritura y la pasión impregnada en ella.
Abrazos chilenos!
Felicitaciones, un poema redondo, nada sobra , nada falta
ResponderEliminaruna sensación que muchos hemos experimentado
buen fin de semana
Extraño es el camino
ResponderEliminarque me trae a tus versos;
siempre dije: soy yo quien elijo,
lo que quiero, lo decido.
Hoy ya no estoy seguro de eso.
Felicitaciones.
Gracias Maritza, es hermoso poder compartir y transmitir. Te dejo un abrazo grande.
ResponderEliminarSupongo que es cierto Elisa, todos nos hemos sentido así alguna vez. Gracias por quedarte en mi rincón. Un abrazo y lindo día.
ResponderEliminarJulio, no importa el camino que te haya traído hasta mis letras, pero me alegro de que hayas decidido quedarte en ellas.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo y bienvenido a mi rincón.