Llovía,
llovía ternura y la tarde en tu pelo
y tus ojos llovían…
tus ojos llovían ternura en mi cuello.
El tejado abierto mirando la vida
y te vi, yo te vi susurrándole al cielo
y tu boca quedó, atrapada en la mía
y sentí que era mío, tu labio en mi beso.
Llovieron caricias y tu cuerpo en mi cuerpo
y el delirio mordía de carne el deseo
y la noche, salvaje, cabalgó sobre el viento
y en tus manos hambrientas
llovieron mis labios en hermoso silencio.
Llovía…
Intensa y cálida lluvia inundando cuerpo y alma .. Precioso ..
ResponderEliminarUn abrazo