Con el paso de los años, del tiempo,
me fui quedando sin tiempo,
sin lunas junto al espejo,
sin ganas,
sin sol, sin cielos
donde buscar la caricia
que ayer mecía mi pelo,
contemplando atardeceres
sobre la boca del viento.
Con el paso de los años, del tiempo,
de la vida y del espanto,
me fui quedando sin besos,
me fui quedando sin labios,
sin lágrimas en el pecho
y el pecho agujereado,
de tanto caer al suelo,
sobre el desgastado asfalto
y volver
siempre volver de nuevo,
a buscar un nuevo paso.
Con el paso de los años, del tiempo,
me fui quedando sin tiempo, sin ganas,
para jugar a las hadas,
para jugar a los sueños,
para soñar que volaba
sobre los azules cielos
y que la nubes preñadas
me sonreían sin miedo.
Me fui quedando sin horas
para buscar en el viento,
el aroma de la rosas,
la caricia de un te quiero,
los sabores de tu boca,
la tibia humedad de un beso
me fui…
¡me fui quedando tan sola!
me fui quedando sin tiempo.
Tienes todo el tiempo del mundo por delante.
ResponderEliminarEscríbelo, léelo y entonces comenzarás a sentirlo con toda la fuerza de tus versos.
Besos compi.
El tiempo es relativo, tú lo sabes. Y aunque a veces, mis letras son superlativas e hiperbólicas, hay momentos en los que sí siento ese cansancio de horas vacías, de tiempo sin tiempo... son momentos, si, pero cuando aparecen, los muy "jodíos" pesan!!
EliminarUn besazo compi