Déjame mirarte.
Quiero contemplarte.
Quiero ver tus ojos
cuando empiece a desnudarte.
Quiero escribir versos
en tu pelo de azabache.
Trazar tu piel con mis dedos.
Con mi lengua, dibujarte.
Medirte la boca a besos.
Lentamente deshojarte.
Explorar cada sendero.
Recorrerte, devorarte.
Quiero saciar tu hambre.
Ser el labio y ser el beso.
Quiero, quiero, quiero
¡Yo solo quiero encontrarte!
Piel adentro ¡piel adentro!
Yo no entiendo de amores, ni de amantes eternos,
solo sé que las flores están llenas de pétalos,
que en las noches se encienden los hermosos luceros
y que eres tú ese hombre que despierta mi verbo.
Yo no sé de promesas, de promesas no entiendo.
Solo sé de la lluvia que ha empapado el sendero,
de las nubes preñadas de ternura en el cielo
y que eres tú la palabra que yo nombro en el viento.
Yo no sé…
yo no sé apenas nada, solo sé que te siento,
que me naces al alba, en cada pensamiento
y que mi piel te reclama…solo eso ¡solo eso!
Precioso poema.. pero durísimo ....
ResponderEliminarUn cálido abrazo
No hay dureza en estas letras Aris, solo aprendizajes subjetivos...Gracias por estar aquí. Un beso grande
Eliminar¿Solo eso?...por Dios, no es poco, solo sé que es verdad, se siente, es como si los poros de la piel reclamaran esa necesidad de sal de pasión sin mesura, de sexo, amor, deseo y más.
ResponderEliminarBuen finde, siempre un placer leerte Ángela.
Beso.
Es solo eso... justo eso...una reclamación sin mesura, sin prisa pero sin pausa, sexo, amor, deseo, piel, sabor, ternura...
EliminarBuen finde mi querido Char. Besos :)