Si tu me llamas ladrona
porque te he robado un beso
cómo tengo que nombrarte ¡a ti!
¡bandolero de mis sueños!
con esos ojos tan tuyos,
con esos ojos tan negros,
que poco a poco desnudan
sin pudor, todo mi anhelo.
Que si me buscan me encuentran
con un gemido en el pecho
y si me miran, me queman,
con encendido deseo
Si tú me llamas ladrona,
porque te robé un suspiro
mientras pasaba a tu vera,
una tarde de domingo
cómo tengo que nombrarte ¡a ti!
¡a ti que siembras mi cuerpo
con la humedad del rocío!
¡a ti! que me tienes loca
¡por querer sentirte mío!
Ya no me llames ladrona,
¡ay bandolero mío!
y entrégame de tu boca
los besos que te he cogido,
encadéname a tus labios,
¡sé cárcel de mi delirio!
que yo seré la condena
para todos tus suspiros.
Ya no me llames ladrona
que solo quiero ser dueña
¡de lo que siento tan mío!
No se roba lo que es de uno. Solo se recupera.
ResponderEliminarmi beso