Que no me quiera la vida,
breve y escueta,
que yo me prefiero amplia,
pradera extensa
de grandes flores rojizas,
tallos violetas.
Que no me quiera callada,
leve y sumisa,
que no me quiera encerrada
tras la cortina,
que yo me prefiero en alas
de golondrinas,
pintando de a poco el viento
con lluvia tibia.
Que no me quiera la vida
quieta y dormida,
que no me quiera quebrada
por las esquinas,
que yo me prefiero entera
¡despierta y viva!
con los ojos abiertos
cosiendo heridas.
Y no me importa ser niebla
tras la ventana,
ni ser extranjera en tierra
que otros desangran,
prefiero ser lo que nace
dentro del alma
antes de ser marioneta
de barro y paja.
Que no me quiera la vida
sin mi tristeza,
sin mi doliente ternura,
sin mis quimeras,
que yo me prefiero absurda,
libre y caduca
¡bebiéndome cada instante
de esta locura!
Que no te quiera la vida
ResponderEliminary qué te importa
si eres ave valiente
surcando espacios
si sabes ser amiga
de tus amigas
si sabes cuando lloran
abrir tus brazos.
Te quiero madrileña
A veces es ardua la carrera contra la vida, ella es caprichosa, rebelde y suele manipularnos a su antojo..Pero...siempre, nuestra es la ultima palabra..'yo me prefiero absurda, libre y caduca'.
ResponderEliminarAbrazos argentinos!
Bravo!!!
ResponderEliminarQue la vida te de siempre su plena esencia ..
ResponderEliminarSonoros besos
Felicidades, poeta. Un gran abrazo. Muy bello texto.
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