No. No digas nada. Solo… acaríciame.
¡Entrégame el silencio de tus manos cansadas!
Hoy no quiero escuchar de tu boca
el dolor convertido en palabras.
Hoy no quiero recoger el llanto
de la herida que aún nos sangra.
Hoy solo quiero sentirte,
quiero desnudar el alma,
¡quiero vestirme en tu piel!
¡sumergirme en tu mirada!
Acaríciame.
Quiero que tus labios forjen
sobre mi cuerpo una llama
que me alumbre en esta noche
¡y me incendie hasta llegar el alba!
Hoy solo quiero un susurro
sobre tu boca salada
mientras recorres la senda
de mi cuello, de mi espalda….
Hoy solo quiero un gemido
mientras mi lengua te sacia
¡y el deseo de ser mío
va atravesando tu entraña!
Hoy solo te pido sexo
¡piel con piel en la batalla!
solo dos cuerpos que aprenden
¡sin ayeres, sin mañanas!
a entenderse en el lenguaje
¡de esos silencios que hablan!
No. No digas nada… solo acaríciame…
que hoy quiero morir en ti
hasta ver nacer el alba.
Esta es de esas veces donde las palabras estan de mas...
ResponderEliminarBsos
No digo nada....
ResponderEliminarbesos
Me cachis Angela, jeje, no diré nada... bueno si, mejor te digo que ¡viva la pasión! y espero que hayas ganado la batalla entre las pieles.
ResponderEliminarMejor me voy a la cocina a por un vaso de agua fresquita jajajaja.
Un abrazo infinito y grandote.