Erase que se era, la noche y el día,
la luz y la sombra, el llanto y la risa,
(mi voz en tu boca y en tu boca…) ¡la vida!
Erase que se era, una tarde cualquiera,
de cualquier paisaje tras cualquier frontera
con el viento en alto,
meciendo en sus dedos la crujiente arena,
sobre un mar colmado de caricias tiernas…
Erase tu cabello con su blanca estela
recostado en mi pecho, sobre mi piel morena
surcando los valles donde el latido empieza
con ese ritmo suave…in crescendo
¡hasta sentir que truena!
Erase que se era, tus manos abiertas
incendiando mi cuerpo ¡avivando la hoguera!
con labios y besos, con besos y sueños
¡sueños y quimeras!
Erase que se era… un cuento de hadas
donde no hay princesas,
ni duendes hermosos ,ni madrastras feas
no hay manzanas rojas, ni pócimas negras…
Erase que se era….
una mujer cansada de masticar tristeza,
de no hallar en sus noches el brillo de una estrella,
cansada de romperse contra un muro de piedra
por vivir dormida ¡por soñar despierta!
Erase que se era, el desencanto y la pena,
cuando aquella durmiente despertó de sus quimeras…
Ya no tiene preguntas, ya no busca respuestas,
ya no vive dormida ¡ya no sueña despierta!
se le cayeron las vendas de sus miradas ciegas
y ahora es… solo es… ¡tan solo quiere ser!
una mujer que anda
con sus pies desnudos para sentir las piedras,
con sus pequeños pasos en su pequeña senda…
Erase que se era… una luna sin noches,
una noche sin ojos para mirar al cielo
¡más allá de las estrellas!
Ángela querida, qué imprevisto final (al menos para mi), deja tristeza en el alma, sin embargo realidad no más es lo que señala. La historias no suelen ser perfectas y de cada cosa se aprende y se sigue adelante...
ResponderEliminarEs la ley de la vida!
Abrazos grandes.