No me pidas un beso.
No me lo pidas ya más,
que en mi boca hay un veneno
que no podrás olvidar.
Hay dulzura, hay tormento,
hay pasión nueva por dar,
hay fuego y ardiente deseo
¡no te vayas a quemar!
No. No me pidas un beso
que tu sed no va a saciar.
Querrás beber de mis labios,
morderlos sin poder parar,
enredarte con mi lengua,
saborear más allá..
Querrás encadenar mi cuerpo,
ser piel en mi piel de sal,
romper de pasión mi lecho,
beber de mi aire y aprender de nuevo a respirar.
No. No me pidas un beso.
¡No me lo pidas ya más!
Deja que vuele en el viento
la ternura de ese beso,
que nunca te voy a dar.
Con que pasión escribes...
ResponderEliminarEs verdad...para que encadenarse a un beso sin futuro..los besos cuando se dan deberían ser para siempre..para entregarse como volcán y recibir lo mismo..
Me gusta mucho la fuerza de tus poemas..
"No me pidas un beso",
ResponderEliminarróbamelo sin más,
que en mis besos inesperados
va el secreto de mi verdad.
Ángela, ando de vacaciones y entro poquísimo. No me da tiempo para mucho...
Cuando llegue el Otoño mis pisadas por aquí serán más notorias.
Hoy me quedé un poco más y me bebo con ansia tus poemas; deprisa, queriendo más...
Un abrazo, desde mi rincón al tuyo.
Vaya tela con el beso... jajaja, mejor que no te lo de, porque no se despegará de ti en la vida.
ResponderEliminarUn gran poema, lleva ése sentimiento implícito del querer y no querer, pero a la vez queriendo.
Un abrazo de finde muy grandote.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"... y el beso que volaba tras la mano, rompiendo el aire, se volvió suspiro" : )
ResponderEliminarSerá que la ternura y el deseo están peleados, o será que no hay forma de conjugarlos con algunos pronombres... con algunos sujetos....
Divarío!!