Te vi llegar,
con ese porte tan tuyo, altivo y calmado,
del que sabe escuchar un silencio en los labios,
del que aprende a llorar de unos ojos mojados
e inventa lenguajes con la piel de un abrazo.
Te vi llegar
con la vida latiendo en la palma de tus manos,
con una tierna sonrisa aleteando tras los párpados
y una inquieta caricia, reposando en el costado.
Te vi… sé que te vi, se que eras tú.
Pude sentir el trinar de los pájaros
mientras dormía en mi lecho la luz del ocaso
y el cielo se abría, dulce y estrellado.
Te vi llegar
rociando de lunas un beso robado,
tejiendo en tu boca ese verbo callado
que se fue de mi vida, que olvidé hace ya tanto…
Sé que te vi… sé que eras tú,
aunque tal vez fuiste solo un sueño soñado,
una vieja ilusión de lo que nunca ha llegado,
un andén sin vagón de aquel tren descarriado…
Tal vez fuiste solo una voz susurrando,
habitando en mi almohada, consolando mi llanto…
Tal vez.. tal vez no te vi y solo te haya inventado
¡para poderte sentir un instante en mis brazos!
Lo que sueñas o inventas, existe de alguna manera. Y en ocasiones más intensamente que la propia realidad.
ResponderEliminarbesos
Visto o soñado, un amor así ya merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo
Realidad...sueño..invento...que importa como fue..a veces los sueños y la fantasía supera la realidad y lo que importa es haber sentido nuevamente ese momento..
ResponderEliminarBesos..lindo relato
Y yo veo en tus letras,
ResponderEliminaral amor apasionado,
que se deja vivir
o quizás sea soñado,
que se mete en tu alma,
en tu piel...
y se convierte en la sombra
de tus versos afinados.
Como siempre calando hondo Angela, palpitando muy fuerte entre el aroma del romanticismo y la esencia del amor.
Un abrazo enorme amiga y un feliz finde, en cuanto tenga un huequito te envío un correo.
Cuídate mucho.