¿Acaso importa?

¿Acaso importa?

Que te haya querido siempre

 con esas pasiones huérfanas,

que hayas fluido  en mi vientre,

en mi carne, por mis venas,

¡desangrándome la vida bruscamente

en una autopsia deshojada de tristeza!

¿Acaso importa?

Que mi soledad completa haya sido solo mía,

insolente, soberbia e inconclusa,

enterrando a manos llenas  las caricias,

que vacías,

se enraizaron entre sombras que se ocultan.

¿Acaso importa ya? ¿Acaso importa?

Que haya muerto desgarrada con el alba,

oscurecida como loba en las montañas,

arrancando a dentelladas tus palabras

¡tus mentiras!

clavadas a traición sobre mi espalda.

¿Acaso importa ya?

No. Ya nada importa.

Ya no existe un mapa donde encontrar quimeras,

donde pintar sonrisas en cada luna nueva,

donde inventar charquitos de mar en las estrellas

para nadar al viento con las manos abiertas.

No. Ya no queda ternura en la mirada,

agonizó aquella noche ¡asesinada!

y debajo de mi piel quedó la marca

donde latías ayer…

donde ayer.. estuvo el alma.