Cuando deje mi cuerpo de ser cuenco
y mis pasos ya no salgan tras el sol..
Cuando descuelguen los hilos de mi pecho
y en sueño eterno dormite el corazón..
quiero que enciendas la pira de una hoguera
sobre la henchida arena sin color,
junta mis restos de piel, carne y poemas
mézclalo todo en algún viejo cajón,
mira hacia el cielo sin duelo y sin tristeza
y brinda por nosotros con un vaso de ron.
Haz que mis cenizas se eleven con el viento,
haz de mi ternura el son de una canción,
quiero que sea el mar quien acune mis restos,
ese mar que tantas veces la vida me arropó.
Quiero que te quedes con lo bello,
que atesores los momentos en los que venció el amor.
Quiero que recuerdes el embrujo
de ser uno en la mirada, de ser verbo, ser palabra
ser un todo amaneciendo, más allá de la razón
Qué bonito Ángela. Se me pone un nudo en la garganta.
ResponderEliminarQuieres.... yo también quiero. Es el más bello final.
ResponderEliminarbesos
Es una belleza de poema, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarY yo, siempre quiero ser verbo en tu amistad.
Un achuchón de esos, madrileña.