Te esperé
Te esperé largamente
como se espera la vida
en la mirada del ausente
con su ausente caricia.
Como se espera la noche
disfrazada de prisa
en el devenir de la gente
con sus lavadas sonrisas.
Te esperé en la avenida
de los relojes inertes
mientras la lluvia moría
contra el asfalto caliente.
Y en los tejados, la vida,
con sus formas incoherentes,
apagaba las bombillas
de una sombra transparente.
Te esperé en la tristeza,
en el andén de la agonía,
donde pasaron los trenes
con sus ventanas vacías,
donde los niños aún crecen
apedreando las vías,
oxidando su mente
entre la rejas dormidas.
Te esperé en el infierno
de una boca sin labios
de unos labios sin beso
de un beso acordonado,
con un muñón en el cuerpo
de un cuerpo ya sin manos
de unas manos sin tiempo
¡en un tiempo desolado!
Te esperé con la muerte
asomada en el pecho
y una única lágrima
clavada entre mis senos
como un puñal cristalino
de cristalinos anhelos
que hallaron en tu distancia
¡su más grotesco sepelio!
Te esperé…
en el silencio de los días,
de los meses, de los años…
Te esperé
rota y perdida hasta mi último peldaño.
Ahora, ya no te espero.
Ahora… tan solo ando.
El misterio y los misterios son imposibles de eliminar de la vida del hombre. Su misma vida y el destino que les espera es un misterio. Me animo a pedirte que no solo andes, sino que vivas siempre altiva.
ResponderEliminarUn placer como siempre. Buen finde, besos.
Amazing as usual and very thought provoking :)
ResponderEliminarAquí sigo sorprendido por tus letras a las que llegué no se como, pero tarde, por como me esta gustando tu poesía.
ResponderEliminarEncima me pones una foto de un monte en el que gocé, sude y sufri a partes iguales subiéndolo por las dos caras.
Saludos desde El Bierzo.