Mi mundo se mecía entre tus dedos,
en los límites redondos de tu piel contra mi piel,
la bandera de tu carne era mi cuello,
y la frontera de tus ojos, mi completa desnudez.
Bauticé entre mis labios cada beso
y en la pila de tu vientre fui deseo, fui mujer
y en las hordas de tu carne y de tu cuerpo
se acallaron los gemidos enredados en la piel.
A lo lejos las farolas suspiraban
y las calles no dejaban de llover,
el otoño se caía en la ventana
y en la ingrávida hojarasca comenzaba a anochecer.
El asfalto sonreía en los zapatos
y la luna nos miraba con su dulce palidez,
y mi mundo, se mecía entre tus manos
en los límites redondos ¡de tu piel contra mi piel!
Yo no sé si habrá mañanas en las flores
o si el cielo vuelva acaso a oscurecer,
o si aún me queda llanto en esas noches
donde vuelven los recuerdos a morder
pero sé, que te he sentido en los acordes,
de violines susurrando los sonidos de mi piel
y he sentido que tu voz rozó mi nombre
conjugando los latidos ¡de tu piel contra mi piel!
I just love to read your poetry, it is so gorgeous and sensual:)
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