Eres la tormenta
de todas mis horas.
Batalla cruenta
de tu boca en mi boca.
La noche inflamada
en la piel del deseo.
Tu cuerpo en mi cuerpo
¡tu fuego en mi fuego!
Puñales y lenguas,
hiriendo la carne.
Acortando distancias
¡incendiando la sangre!
El viento en tus manos
lamiendo mis dedos,
robando en mis labios
¡hasta el último beso!
Un cáliz de vida
comulga en mi cuerpo.
Es tu dulce hombría
tejiendo embelesos.
Terciopelo blanco
arropando mi pecho
mientras amaneces
y yo en ti ¡florezco!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por llegar hasta aquí y dejarme un pedacito de ti.