Fotografía de Carlos Perez
Quédate conmigo
cuando lloren las flores
y una lluvia de pétalos
halle la oscuridad.
Cuando tiemblen mis labios
y mi voz no se escuche
y te entregue en silencio
toda mi soledad.
Quédate entre mis sombras,
en la luz de mi cuerpo,
sosteniendo en tus manos
la caricia aún por dar.
Quédate entre mis horas
llenas de espacios negros
dibujando paisajes
en mis ojos de mar.
Enséñame ese camino
que me lleve a tu pecho
y muéstrame cada herida
que dejó el tiempo al pasar.
Quédate conmigo,
cuando en mis manos sea invierno
y solo quede un latido, ese único latido,
que aún nace para amar.
Preciosa...
ResponderEliminarGracias...:)
EliminarFíjate que más que vocación heptasilábica, el poema la tiene de romance heroico en alejandrinos.
ResponderEliminarDeberías probar solucionando algún error métrico, porque me ha gustado el fondo de súplica amorosa para cuando las manos se llenen de invierno.
Quédate (aquí) conmmigo cuando lloren las flores
y una lluvia de pétalos halle la oscuridad.
Cuando tiemblen mis labios y mi voz no se escuche
y te entregue en silencio toda mi soledad.
Así vendría a quedar la cosa...
Bueno lo mío es casi deformación profesional en esto de buscar la perfección del verso, así que tampoco me hagas caso si no te apetece.
Igual, nunca se termina de aprender en esto de la poesía y el dominio de su oficio.
Un abrazo, Ángela.
Nos vemos.
Hola Morgana, no sabes cómo me gusta verte por aquí :)¿Te cuento una cosa? Jamás...jamás cuento las sílabas, si un poema tiene diez versos y todos son heptasílabos, octosílabos, endecasílabos o alejandrinos... no es premeditado. Es más, alguna vez, he intentado hacer un soneto y me he quedado en el intento...creo que la métrica y yo, no cabemos en el mismo verso. Siempre digo que soy una aprendiz de juntaletras y es cierto, hay mucho por aprender pero aún no sé si quiero aprender a hacer estructuras cerradas...
Eliminar¡¡Besos!!