Regálame tus ojos, su luz acompasada,
esa manera inexacta de mirarme sin mirar.
La ternura escondida, en tus manos cansadas.
Un trébol, tu sonrisa, tu inmensa soledad.
Dame aquella palabra que lloró de silencios,
dame el beso marchito recubierto de sal.
Dame cada vestigio que sonroja tu boca,
cuando callada sostiene, mi nombre al pasar.
Dame todas tus horas
¡tu tiempo dormido!
aquellos sueños rotos
que te hicieron llorar.
Dame el cuenco vacío,
¡lo llenaremos juntos!
de gotas de rocío
y estrellas de coral.
Pintaremos el techo
con nubes de colores
y con las alas del viento
aprenderemos a volar.
Seremos dos solitarios
caminando junto al tiempo,
pisando charquitos blancos
de luna, lluvia y cristal.
Será tu paso mi huella,
será mi huella tu faro
y tu cuerpo será mi cuerpo,
¡arribando junto al mar!
Gracias Ángela por su comentario en Canal literatura, por ser seguidora de mi blog y como en éste poema de amor, regalarme también un poco de su amistad.
ResponderEliminarLe envío un saludo cordial. Juan Antonio.
Hola Juan Antonio. Yo, con tú permiso (o sin él) voy a tutearte y te agradecería que tú también lo hicieses. Hace pocos días que conocí Canal Literatura y parece un espacio interesante, actual y abierto a todo tipo de lecturas. Tengo que explorar y conocerlo mejor. Gracias por compartir tus letras y por estar aquí hoy, en mi rincón. Un abrazo
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