Imagen de Javier Sánchez Sáez
Me quedo.
Me quedo en el susurro encendido de tus labios que amanecen intactos ante la quietud de los primeros rayos del alba.
Me quedo entre tus lágrimas de piel, en la caricia cómplice, en la cómplice mirada. En tu voz herida de tiempo y en ese hermoso devenir de tu palabra.
Me quedo…
Me quedo calladamente abrazada a ese instante dilatado en el que se cruzan tu delirio y el mío, hasta sentir que las columnas de humo se hacen paisajes de mar sólido, con toda su intensa profundidad.
Me quedo…
Me quedo con el sabor de tus ojos que llegan y me miran directamente al corazón con esa mirada tuya, que enciende de vida la vida y acaricia con ternura los colores de mi voz.
Me quedo…
Me quedo contigo y conmigo. Conmigo en ti. Contigo en mí. Con la certeza de saberte cristalino, a pesar de las tormentas y la niebla. De saber que somos dos en el camino, con el alma desnuda, caminando los paisajes, en una misma huella.
Gracias Charlie Stereo. Si quieres pasar y leer y comentar y seguir mi blog, me parece fantástico, pero no lo hagas por un intercambio de...
ResponderEliminarQue tengas un buen día