Tu luz saboreada.
Tu boca breve y árida.
Tus manos estrelladas
de ternuras ingrávidas.
Existes,
sé que existes.
Estás donde te nombran,
mis ojos y mis labios
de perlas nacaradas,
mi piel de espuma y ola
de lunas ya menguadas.
Marea impermeable
de corales que se asoman,
a traducir mis lenguas,
para besar mis bocas.
Existes.
¡Sé que existes!
Perfumaste mis rosas,
junto al leve parpadeo
de una caricia rota.
Existes. Yo te creo.
Yo creo en tus auroras,
amaneciendo nítido
sobre mi piel redonda.
Existes.
¡Sé que existes!
Aunque aún duermas ahora,
en esa eterna sábana
de una mirada absorta,
fugitiva, extraviada…
El día que no se pueda presentir, no será día.
ResponderEliminarPresagio de anhelo, vida constante, siempre latiendo.
Buena semana Ángela.
Besos.
Siempre latiendo...Buen martes mi querido Char. Besos
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