Es en esta hora, cuando despiertan en sus nidos las gaviotas y rezuma en el aire el olor callado de la lluvia nocturna sobre las calles donde aún lloran las farolas.
Es en esta hora, cuando las nubes se agolpan para contarme historias mientras dibujan tu rostro cansado sobre mi memoria…. mi cansada memoria.
Y te recuerdo de nuevo con esa mirada hermosa, esa sonrisa de niño cantando travesuras en la boca. Te recuerdo tibio, en el silencio de las horas, sosteniendo entre tus manos madrugadas vestidas de azul, acariciándome la vida entre las sombras.
Es en esta hora, cuando surge de la nada la derrota, cuando me sabe la piel a ceniza y aún puedo sentir en el aire tu aroma.
Es en esta hora cuando más duele sentirme sola, rodeada de ti, de tus ayeres, de tantas quimeras rotas que se fueron quedando en la cuneta de una lágrima y su congoja…
Es en esta hora, cuando mi carne se hace líquida tristeza y lentamente, inevitablemente, ¡insoportablemente!…se deshoja.
En ésta hora... que me conecto y leo tus letras, inmersas en tan bellos sentimientos que calan;, profundizando en ése gran amor que destilan tus versos , siempre amiga, ¡siempre!
ResponderEliminarUn besazo con el alma, con un cariño muy especial. Te deseo un lindo domingo Angela.
PD: Te envío correo en breve.
Qué expresión tan vívida de un recuerdo, con imágenes de seda para una entrañable tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo