A veces me descubro pensándote,
cuando aún el día duerme y duermen los árboles
y no han despertado las nubes, ni los soles,
ni los bancos del parque, ni las farolas verdes
con sus verdes parajes...
Y te pienso dulce y te pienso mío,
acurrucado sobre mi pecho dormido,
componiendo melodías de piel
en la curva de mi espalda (y te pienso mío)
paseando desnudo en el estanque
y solo quiero abrazarte, alcanzarte,
para vestirme de ti,
para vestir de tu hermosa desnudez, toda mi carne.
A veces te pienso con la lluvia de la tarde (y te quiero
mío)
empapándome de a poco con el silencio roto de las calles,
caminando entre esos paisajes rojizos de este otoño amable,
sosteniendo suavemente una caricia, una sola caricia (todo tú) entre mis labios
suaves.
A veces te quiero sin pensarte. Con todas tus ausencias, con
todos mis desastres. Con mi memoria tuerta y medio coja donde apenas cabe ya un
recuerdo, una historia… apenas cabe ya, una vida pequeña salpicada de un millón
de detalles…
A veces… te pienso mío.. te quiero mío… todo tú
¡para poder amarte!
Angela.
ResponderEliminarque hermosas palabras compartes en tu nueva entrada !!!
saludos
"vestirme de ti", es la mejor ropa que se puede usar...voy a ver si encuentro una que me quede ... Verónica.
ResponderEliminar...con todos mis desastres Ángela, con todos mis desastres. Muy bello.
ResponderEliminarSentimientos, gracias por pasar y comentar. Lindo comienzo de semana para ti.
ResponderEliminarVerónica, lástima que no haya sastres que hagan ese tipo de "vestimenta" a medida ¿verdad?? jajajaja
ResponderEliminarGracias por este y todos los bellos comentarios que me has ido dejando en los últimos días. Es un placer tenerte en mi rincón.
Un besazo y espero que tengas un lindo día.
Inde...(me tomo la confianza de abreviar-te:)¡¡totalmente verídico lo de los desastres!!! jajajaja y sin remedio conocido!!
ResponderEliminarGracias por pasearte conmigo en este hermoso otoño que comienza.
Un beso y lindo día para ti.