A veces caminamos sin mirar…miramos sin ver. Transitamos por el mundo con la mirada extraviada en lo que tal vez pudo ser… añoramos lo que perdimos, evocamos lo que no tuvimos, anhelamos lo que nunca llega y sin apenas darnos cuenta dejamos a un lado lo que nos rodea.
No quiero dejar a un lado más nada.. no quiero.
No quiero perderme un ápice de tu mirada…de mi mirada… de su mirada ¡No quiero!
No quiero esconder un llanto por miedo a convertirme en lágrima. Ni masticar la tristeza de la soledad del alma. No es débil quién llora y anda, quién mil veces cae y mil veces se levanta… no es débil quién siente miedos y aún con sus miedos ¡avanza!
No quiero ver solo el bosque.. quiero contemplar el árbol, ser corteza, ser hoja, ser rama. Anidar con las gaviotas y volar entre sus alas.
Ponerme en pieles ajenas para no enjuiciar sus faltas.
No quiero vetar mi verbo, ni desdoblar la palabra. Quiero escucharte libre y libre… ¡hablar con el alma!
No quiero mil manos rotas, vacías, yermas ¡calladas!
Quiero manos abiertas llenas de paz y esperanza.
No quiero soñar que sueño, tan solo quiero vivir cada instante de vida que traiga en su mochila, el alba.
Verdaderamente poético.
ResponderEliminarUn beso
Ya cargué mi mochila...vámonos amiga mía, busquemos la luz.
ResponderEliminarUn achuchón de te quieros siempre, madrileña.