Lloraba…
lloraba en mi piel la tristeza del alba,
esa líquida tristeza de una vida derrotada.
Se quedó bajo la hiedra en el cristal de la ventana
y ahora,
bajo el peso de las piedras
se va apagando… se apaga
ahogada en sus propias lágrimas.
Lloraba…
lloraba demacrada
la mirada que no alcanza
la caricia desterrada,
la boca estéril que calla
y en las manos amputadas
lloraba…
¡lloraba la desesperanza!
en un llanto desbocado
que no entiende de palabras.
Tanto tiempo caminando
a ciegas sobre mi espalda,
masticando mis heridas
como si no fuesen nada…
tanto tiempo desoyendo
las súplicas de mi alma
la voz herida de tiempo
que solo por ti clamaba…
Tanto tiempo despojando
toda vida en mis entrañas
y ahora…
ahora que cierro la puerta
para morir a mis anchas,
ahora te sientes perdido
sobre mi piel desolada.
Ahora…
ahora que el viento se ha ido
con las golondrinas blancas
y que el cielo está marchito
y ya no vuelan las calandrias.
Ahora que el invierno habita
sobre la tierra mojada
y está yerma la semilla
que te entregué junto al alma
ahora
¿tu quieres amarme?
¿quieres sostener mis albas?
con esa dulzura errante
que ayer.. ¡que ayer me negabas!
Ahora quieres ser mi amante
mi amor, mi amigo ¡ mi entraña!
ahora que cierro la puerta
¡para morir a mis anchas!
Ya no queda apenas nada
de esa quimera soñada,
queda una cruz solitaria
desclavándose en la entraña,
queda un halo de pestañas
quemadas de tanta lágrima,
ceniza sobre las brasas
¡ceniza gris y apagada!
Ahora que me voy tu llegas
¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas?
Ahora, ya cerré las puertas
para morir a mis anchas
y tal vez mañana pueda
renacer entre mis alas.
Por qué se niega un amor? por qué se tarda?
ResponderEliminarSeguro que renacerá el amor que quiere morir...y seguro que con más ansias.
Feliz Pascua Ángela, con mucha paz.
Beso