Cuando no puedes verme
yo rescato tu boca,
del silencio estridente
de tus vocales redondas.
La hago mía en la noche
como una extensa ola
mientras se empapan mis labios
con la piel de tus horas.
Cuando no puedes verme,
es mi voz quién te roza,
quien sostiene en tu cuello
una palabra rota,
que amenaza elevarse
para que tú la oigas
por encima del ruido
y de la nocturna sombra.
Cuando no puedes verme
aunque sepas que existo,
dibujo luces verdes
en los techos dormidos.
Escribo en las paredes
tu nombre junto al mío
y al pie de una farola,
dejo un beso encendido.
Las nubes se encaraman
sobre un árbol tendido
y en sus desnudas ramas
se desperezan los nidos.
Los niños juegan chapas
sobre el recuerdo ya ido
y en los bancos envejecen,
los parques ya vacíos.
Cuando no puedes verme,
te abrazo entre los lirios,
sostengo de tus ojos
ese otoño rendido.
Te invento entre mis manos
y tu piel se hace vestido
de mi cuerpo desnudo
y en ti…¡siento que vivo!
¡Cuando no puedes verme!
¡cuando no estás conmigo!
y llora de ternura
¡la caricia hecha delirio!
¡Te siento entre mis labios!
respirando mis latidos
y aunque no puedas verme, yo…
al cerrar los ojos ¡puedo sentirte mío!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por llegar hasta aquí y dejarme un pedacito de ti.