Muérdeme.
Muérdeme la vida.
Muérdeme la piel.
¡Muérdeme hasta el alma!
¡Muérdeme otra vez!
Haz que tiemble el beso.
Haz que empiece a arder
¡que se pare el mundo entero!
¡hazme tuya de una vez!
Por eso…muérdeme.
Muérdeme despacio
que te quiero contener
sostenerte entre mis labios
¡quiero hacerte estremecer!
Quiero que llore tu cuerpo
deseo sobre mi piel
y beberte por completo
¡libar de tu carne la miel!
Quiero sentirte muy dentro
mientras la noche nos ve
y el gemido se hace dueño
de tu cuerpo y de mi sed.
Muérdeme la vida…
¡Muérdeme otra vez!
Redondea con tus labios
cada jirón de mi piel.
Haz que el tiempo se detenga
¡dentro de mi desnudez!
Haz que despierte la esencia
¡en ti quiero amanecer!
Vaya si llora el cuerpo desnudo de besos, sintiéndose huérfano hasta del dolor de un mordisco de amor, cuántas veces sueña la piel ser invadida de pasión.
ResponderEliminarYa no hay sinónimos para escribir que me gusta, que me siento pleno leyendo esta perfecta desnudez de inspiración.
Que comiences un lindo día mañana Ángela, besos