Si alguna tarde encuentras
mis ojos en penumbra,
perdidos tras la línea
de un horizonte azul,
no temas, no te asustes
no pienses que es tristeza,
es solo la costumbre
de soñar mirando al sur.
Si acaso tu me hallases
vestida de ternura,
temblando entre tus manos
desnuda a contraluz,
no temas, no te inquietes
no quiero que te asustes,
es solo la locura
de sentir tu plenitud.
Si alguna vez me encuentras
con fuego en la mirada,
buscándote con ansía,
con ávida inquietud,
¡no temas, no te asustes!
soy hembra apasionada
que late en los derrumbes
de un corazón sin luz.
Si acaso te marchases,
calla… no digas nada,
que prefiero tu silencio
a una daga de virtud,
más no temas, no te asustes,
si hallas frío en mis pestañas
y una lágrima de hielo
cubriese mi mirada azul.
Si alguna tarde encuentras
perdida entre tus recuerdos
una caja de caricias
en el fondo del baúl,
no temas, no te asustes,
son solos los momentos,
los instantes que vivimos,
marchitando en su ataúd.
Una belleza de versos Ángela, admirado quedo en tu poema.
ResponderEliminarSaludos.