A veces me ocurre
que el llanto se acerca,
pronuncia mi nombre
y me quiere abrazar.
Siento como sube
lamiendo mis venas
entre los barrotes
de esta soledad.
Es cruel y fiero,
profundo y certero,
clavando su daga
en mitad del ojal.
A corazón abierto,
se encauza en mi pecho
y derrumba murallas
de forma brutal.
Cercena los párpados
que aún están abiertos,
con feroces lágrimas
¡que quieren llorar!
Suenan las campanas
detrás de mi espalda
donde la derrota
me quiere atrapar.
Es un viejo llanto,
de heridas calladas,
de muertes grotescas
aún por enterrar.
Es un llanto viejo
que vuelve y reclama
esa invicta tristeza
en mis ojos de mar.
Yo sé que me acecha
y bordea mi sombra
y mastica la tierra
que debo pisar.
Y a veces emerge
y cruel se me acerca
y destripa mi alma
¡en su afilado cristal!
Es un llanto triste
que ya viste canas
y que sabe herirme
en mi carne mortal.
Sabe desangrarme
hasta mi última lágrima,
y allí se despide
sabiendo que pronto ¡pronto volverá!
A veces la vida es rudeza dentro nuestro,vivencias que nos juegan cartas ladronas de un tesoro inmenso como son las lágrimas.
ResponderEliminarLinda semana, besos.
Sometimes life is unfair but it seems somehow it works out for the best when we least expect it
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