Debajo de tu piel viven mis sueños
robándole caricias a la noche,
ladrona de miradas en tu lecho,
de susurros pronunciando un solo nombre.
Debajo de tu piel, firme y morena,
hay ríos de placer inexplorado,
volcanes dormitando entre las venas
que gimen tras el fuego de mis manos.
Debajo de tu piel se para el tiempo,
convocan los relojes una huelga,
detienen las luciérnagas su vuelo,
tejiendo entre sus alas una estrella.
Debajo de tu piel viven mis labios,
sembrando de caricias cada páramo,
libando beso a beso, palmo a palmo,
cada pedazo de ti que estoy amando.
Y aprendo a dibujarte entre mis dedos,
a ser ternura líquida en tus manos,
a ver lo que se esconde en tus silencios
y a escuchar la voz de tus labios callados.
Aprendo a ser espiga en cada viento,
a ser la lluvia gris de tu ventana,
arena entre las dunas del desierto,
refugio en la tristeza de tus lágrimas.
Debajo de tu piel viven mis sueños,
latiendo sobre un mar de espumas blancas,
queriendo ser gaviota bajo el cielo
y navegar mas allá de tu mirada.
Ya sé que no hay lugar para un nosotros,
que habito en el exilio de tu cuerpo,
que no he de contemplar nunca tus ojos
más allá de este lugar donde te pienso.
No importa si no existes, si te invento,
no importan los delirios de los cuerdos,
yo se que te respiro en cada aliento
y que debajo de tu piel, viven mis sueños.
No importa si no existes, si te invento...
ResponderEliminarDebajo de tu piel, viven mis sueños.
Y qué importa amiga de mi alma, que importa la cordura o la locura, simplemente no sabemos vivir sin sentirlo, sin respirarlo sin abrazarlo, no sabemos vivir sin explorarlo, aunque en sueños digamos, que vamos amando y la esperanza sublime, de tocarlo.
Ayyyyyyyyyyyyyyy,
Te quiero mi madrileña
escribes sublime mujer... un abrazo... bie
ResponderEliminarFelicidades Ángela por tu blog y porque constato que sigues siendo una gran poeta, te mando muchos besos y todo mi cariño y admiración.
ResponderEliminarClaudia