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A todos los que os asomáis a este rincón, gracias. A todos los que compartís un pedazo de tiempo vestido de letras, gracias.
A todos aquellos que aún creen firmemente que la palabra es un alimento para el alma ¡¡gracias!!

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio"
Federico García Lorca
"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."
Ernesto Sábato
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
John Lennon
"Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino será tu vida..."
Gandhi.

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Caminan conmigo

sábado, 31 de marzo de 2012

Acércate, soledad.






Acércate.

Hoy necesito que te acerques y me beses,

que me beses en el alma suavemente,

que te quedes en silencio

mientras la noche se duerme.

Solo acércate.

Que se rompe en mis costillas esta herida,

me desangra el oleaje de la vida

y necesito que me abraces

mientras naufrago en este día.

Solo acércate…

acaricia con tus manos la desidia,

haz que el cielo ya no llore,

haz que vuelva la sonrisa,

haz que olvide un solo instante esta agonía.

¡Solo acércate!

hoy soy líquida tristeza entre las venas,

hoy soy lágrima clavada en la pupila,

hoy soy humo que se mece en las cenizas,

soy la cruz que se descarna, soy la lanza, soy la espina.

Por eso…acércate,

soledad, tú que comprendes mis heridas,

tú que detienes el dolor que me destripa,

tú que sostienes la razón mientras me miras

acércate y ¡abrázame!

que muere al alba ¡y se me quiebra hasta la vida!

viernes, 30 de marzo de 2012

Quedará...




Quedará apenas nada,

apenas un vacío lleno de miradas,

de líquidas tristezas, de nostalgias,

de rostros que dejaron de ser rostros,

dejaron de ser caras,

para difuminarse en el viento,

como un vestido roto

o una flor marchita en la ventana.

De nosotros quedará apenas una foto,

una bonita foto destronada

hasta un pequeño cajón, lleno de polvo,

junto a una lágrima muerta y enterrada.

Quedarán un puñado de hojas secas,

desteñidas de verbos y palabras,

escritas con la tinta de las venas

quedarán ¡desangrándose en el alma!

Y hallaremos un tiempo para el tiempo,

en el exilio del “nos” y del abrazo,

desterrados ya

de toda piel y su recuerdo,

quedará el adiós

en nuestros huesos cansados.

jueves, 29 de marzo de 2012

Sé, ya sé...





Sé.. ya sé

que en el cielo de tus ojos llora el alba,

en un llanto de finísima tristeza

y languidece poco a poco tu mirada

sosteniendo tus ayeres tras las rejas.



Ya no llores, mírame, deja que nazca,

deja que arraigue en tu interior la primavera

y que amanezcan en tus labios nuevas alas

mientras que el hielo de tu piel se torna hoguera.



Bebe el viento que se mece en tus pestañas,

roza el vuelo de las aves que se alejan.

Mira al frente, siempre al frente, no detengas

la mañana que te abraza en la vereda.



Son tus ojos dos luciérnagas doradas,

mariposas de colores que me besan.

Haz que vuelen hasta el fondo de mi alma

haz que sienta su fulgor ¡que me estremezca!



No esperaba ver llegar tu voz en calma

con el dulce despertar de albas inquietas

y aunque llore, aunque aún me lloren las miradas,

beberemos juntos una lágrima serena.



Deja que prenda una caricia en tus entrañas,

con la pasión que te consume y te subleva.

Deja que rompan en mi piel todas tus ganas (que son mis ganas)

de sentir como dos cuerpos ¡se funden y se veneran!



Limpiaremos las esferas desteñidas

del reloj que se detuvo en la quimera

y a la izquierda de tu boca y de la mía,

lloverá como un torrente de belleza.



Robaremos a las nubes su ternura,

rozaremos con los dedos las estrellas,

tejeremos desnudez sobre luna

reinventando mil caricias que se besan…



Lo sé… ya lo sé…

sé del sabor amargo y gris de la tristeza,

sé que está en mí como la hiedra que envenena,

sé que ensombrece toda luz, toda quimera

y también sé

que en el cielo de mis ojos ¡llora el alba!

y hay un mar que gime entre mareas negras,

desdibuja y se desborda la mirada

¡tal vez nunca más se aleje ya esta niebla…!

martes, 27 de marzo de 2012

Voz herida






Como una luz herida

de ocasos sin mañanas,

de lunas que se mueren

en el cristal de la ventana,

de ramas que marchitan

entre tumbas de hojas blancas,

así se queda a veces

mi voz entre las albas.



Se queda cual susurro

de silenciosa cara,

con lágrimas dormidas

adornando la garganta.

Se queda en el desvelo

en la mirada sesgada,

en la tristeza del viento,

en esa eterna nostalgia.

Mi voz se queda quieta,

cual inmenso mar en calma

esperando la tormenta

que siempre la reclama.

Se queda anochecida,

bebiendo de la nada,

absorta en la memoria

que encarcela las palabras.



Y quiere rebelarse,

gritar que está cansada

de morir entre los labios,

morir sin decir nada,

morir sin ser oída,

sin ser ya recordada,

morir en la desidia

de esos vacíos que hablan.



Y quiere sublevarse,

ser lanza en la batalla,

quiere sentirse erguida,

navegar en aguas claras

desnudarse sin heridas

entre verbos y palabras,

pronunciarse y ser consigna

¡una luz de hermosas alas!



Pero a veces… a veces se me queda,

silenciosa, derrotada,

un viejo trapo de tela,

que no sirve para nada.

Se queda quieta en la boca,

se queda quieta en el alma,

sabiendo que ya no importa,

no te importa… lo que mi voz te reclama.

lunes, 26 de marzo de 2012

Muertes vivas





A veces siento que te escondes,

que escabulles la mirada,

no quieres que yo te sepa…

que sepa lo que hay en tu alma.

Te da miedo desnudarte,

dejarme entrar con el alba,

con esa luz de estandarte,

¡con sus claridades blancas!



A veces siento que callas,

mordisqueando palabras,

te haces silencio que abraza… ¡silencio!

perfumando mis mañanas.



A veces siento que me escondo

tras un manto de pestañas,

no quiero que puedas verme,

¡no quiero que mires mi alma!

Me da miedo dejar libre

este delirio que estalla,

esta pasión que se enreda

¡que me nace desbocada!



A veces siento que callo,

aunque te pinte en palabras,

palabras que son silencios

silencios blancos que claman.



Sin voz, nos vamos hablando,

sin voz, sin labios ¡sin habla!

en un lenguaje callado

escrito con tinta blanca.



Nos vamos quedando quietos,

sin apenas decir nada…

sabiendo que un “tal vez” incierto

se nos pinta en la mirada…



A medio camino no hay puentes,

no hay lagunas de aguas mansas,

solo naufragios y gente…

gente que llega y que pasa.



A medio camino nos queda

la bandera del ausente,

el tren vacío en las venas

y el timón de un barco inerte.



No hay lunas de seda verde

ni luz brillando en el faro,

no hay brújulas que nos muestren

hacia donde lleva el paso.





A veces siento que me escondo,

que me escondo y que te escondes,

tras esos labios redondos

que aprendieron nuestros nombres.

Te escondes, tras los labios de la noche,

con su boca oscurecida,

donde callan los latidos que se oyen

bajo el cielo que nos mira.



A veces siento que me pierdo y que te pierdes,

enjaulados entre cárceles de heridas

y nos quedamos varados ¡sin puentes!

enredados en un mar de ¡muertes vivas!

domingo, 25 de marzo de 2012

Me ocurres




A veces me ocurre que cierro la puerta y apago los ojos y enciendo las velas y me abro por dentro y navego en mis venas y subo hasta el cielo como las sirenas y bebo del viento sobre las mareas y rozo tu cuello y tu boca me besa y susurro en la noche sobre las estrellas y te siento a mi lado y me siento completa… 


A veces me ocurre que invento palabras para que me entiendas, palabras calladas que tus ojos besan, palabras inquietas que muerden tu espalda, dibujan tu rostro, bajan por tu cuello, laten en tu pecho, se mecen calladas sobre tus deseos y tu las abrazas mientras te contemplo… 


A veces me ocurre, que te siento dentro, como una caricia, como un sentimiento que late en el alma y me pinta paisajes de colores bellos, me pinta sonrisas con mil y un destellos, luciérnagas vivas que alumbran el fuego y destiñen de vida todo mi universo… 


A veces me ocurre… me ocurres… me sucedes dentro y puedo sentirte donde nace el deseo y deseo tenerte dentro de mi cuerpo, cabalgar contigo ¡hasta el mismo infierno! morir en tus labios y ¡renacer de nuevo! 


A veces me ocurre…simplemente me ocurres… ¡de piel para dentro!

sábado, 24 de marzo de 2012

Me apeteces





Me apeteces…

Me apetece descubrirte

cuando nace la mañana,

con el sol entre tus labios

y tus labios en mi espalda.

Me apetece recorrerte

desnudarte desde el alma,

conocerte ¡conocerte!

del alba a la madrugada.

Me apeteces y no sabes,

no sabes… ¡no te imaginas!

la impronta que nace en mi sangre

cuando tus ojos me miran,

no sabes como el fuego arde

desde el cuello a la rodilla

y que mi piel tiembla

¡sí! ¡tiembla!

cuando tu boca suspira.

Me apetece contemplarte

mientras la noche te abraza

y se enreda la ternura

en la suavidad de unas sábanas.

Desandar en tu memoria,

ser cómplice de tu verbo,

llenar de tiempo tus horas, mis horas,

mientras nos llega el invierno.

Morder la orilla del cielo

sobre sus nubes redondas

y acariciar cada beso

que adivino de tu boca.



Te miro, te oigo, te siento…

como un mar de blancas olas,

que va meciendo mi cuerpo

en una balada sorda.

Me apetece ser silencio

en el borde de tus sombras.

Me apetece… ¡me apeteces!

y es que ¡hasta mi piel te nombra!

miércoles, 21 de marzo de 2012

Sin mí, pero conmigo





Allí

en ese aroma incoloro

donde se queda la noche,

al llegar el otoño

donde se muere la vida,

con una bala de plomo

¡donde comenzó la herida!

¡donde terminó el asombro!

donde se alarga la niebla y se estira

a trepar hasta mis labios si te nombro.

Allí,

donde el silencio devasta la boca

y un llanto de ayeres rezuma en las horas

y se pierde la voz… la voz se deshoja

en la espina clavada de una garganta rota.

Allí,

en ese lugar sombrío de desterrados exilios,

donde asoma la nada a llenar los vacíos,

donde no juega el sol y no alumbran los niños,

donde el cielo desanda los relojes desteñidos,

allí…

allí me quedé,

me quedé varada

en un tiempo ya extinto…

sin ti, pero contigo,

sin mí, pero conmigo

en ese lugar inhóspito

donde no alcanza el rocío

a besar la flor abierta

sobre el tejado dormido.

Allí…

allí me quedé varada

con mi cuerpo de erizo

con la noche en la mirada

y la mirada en el limbo.

Allí

como una estatua de sal,

¡sin mí, pero conmigo!

martes, 20 de marzo de 2012

Te recibo





Te recibo,

en el lado oscuro de la luna,

donde una sombra perpetua

me sostiene… me sostiene y me acuna.

Te recibo desnuda,

con la piel abierta, inédita,

empapada de lluvia,

de llantos blancos y cenizas oscuras

pero desnuda,

desnuda de costras y de heridas,

erguida,

con las ventanas del alma desgarradas

en el espejo de la vida

y en los labios,

el agridulce sabor de una sonrisa.



Te recibo

en mis ojos de mar,

con su calma y sus tormentas,

con esa líquida tristeza que a veces me abraza

que a veces me aquieta y otras veces…

otras veces me ahoga, me arrastra hasta la niebla

y me deja tiritando al borde de la senda.



No esperes nada.

Soy un todo incompleto,

inconcluso, un todo inacabado,

una nota al margen de una palabra,

un lienzo en blanco escrito

en el silencio de una lágrima.

Así me doy, así…

de esa manera extraña

y así te recibo, así…

desnuda, erguida,

silenciosa y clara

¡así te recibo, así!

¡al llegar el alba!

sábado, 17 de marzo de 2012

Tu cuerpo y mi sed





A veces maldigo la luz de tus ojos,

el flanco enemigo de tu boca infiel.

El templo dorado de tu hermoso rostro,

la sed de tu cuerpo ¡temblando en mi piel!



Maldigo las horas que no estás conmigo

y es sombra tu sombra contra mi pared.

Maldigo los labios que besan mi ombligo

y curvan mi espalda hasta el amanecer.



A veces te clavo una cruz en el pecho

en un aquelarre de verbos sin piel

y en brava locura te borro del tiempo,

desando mis pasos… no soy ¡no te sé!



Y doblo la esquina donde se encontraron

tu mano y mi mano por primera vez,

bajo esa farola que andaba dormida,

soñando luciérnagas al anochecer.



Des-nombro tu nombre.

Des-beso tus besos.

Deshago mi cuerpo

¡Descarno mi piel!

Desoigo tus labios.

Desbrido tus dedos.

¡Despojo mi pecho

de tu desnudez!



Pero siempre vuelves.

Siempre me retienes.

Soy como una huella

pegada a tu piel.

Y vuelvo a nombrarte,

a besar cada beso,

a escucharme en tu boca

mojando mi piel.



Y vuelvo a ser ella,

desnuda y entera,

pintando luciérnagas

sobre la pared.

Mordiendo tu carne,

bajo esa farola,

donde a veces maldigo

¡tu cuerpo y mi sed!

viernes, 16 de marzo de 2012

Aprender a olvidar





Hoy que el sol no me mira.

Hoy que el viento es ventisca.

Hoy que el cielo se ha roto

en un llanto voraz.

Hoy quisiera decirte,

que mi alma está en ruinas,

desangrada y herida

de una herida mortal.



Hoy que nacen cristales

en torno a mis pupilas

como dagas clavadas

en la espuma del mar.

Hoy quisiera explicarte

que se cierne la sombra

y esta voz que te nombra

no te puede nombrar.



Soy un clon de mi misma,

caminando vacía,

reteniendo la sangre

que aún se empeña en sangrar.



Soy un ala torcida,

una triste sonrisa,

unos ojos que miran

¡aunque ciegos ya están!



Soy desértica rama

de un bosque talado,

una flor disecada

en medio del desván.



Una tela de araña

ha extinguido mis pasos,

me estrangula… me mata

¡no puedo respirar!



Hoy que el sol no me mira y que el cielo ha estallado en pedazos de vida, con un llanto voraz…Hoy quisiera decirte, que mi alma está en ruinas, que me siento perdida y solo quiero, a veces solo quiero ¡aprender a olvidar!

Paisaje desolado



Habitas tras la piel de mi recuerdo,

cuando moría la noche entre la velas

y se incendiaba de pólvora el cielo,

tras un soplo de sombras azules y negras.

Tú permaneces.. todo tú,

intacto en el atril donde no rezo,

donde gimen las astillas solitarias

de la cruz que contempló aquel primer beso.

Allí, sobre el pupitre descarado

que vio sobrevolar labios y manos

y una pizarra absorta susurrando

en cómplice silencio desbocado.

Todo tú permaneces recostado

en las nubes que mojan mi nostalgia

y llueven tras los cercos solitarios

de puertas, paredes y ventanas.

Un gato ronronea en el tejado

mirando con tristeza a las estrellas

y en las calles, los portales se han cerrado,

los relojes se han parado. El mundo calla y espera.

Los parques se quedaron sin tu risa,

los árboles de luto, deshojados,

no llega ya la luna a esta cornisa,

aquí…solo estoy yo y este paisaje desolado.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Es frágil la noche




Es frágil la noche desde la que te miro

y se cubre de niebla a cada paso que doy.

Los cuervos otean en la oscuridad de su nido

contemplando el naufragio allá donde voy.



Desde lo más profundo se mueven los hilos

de un telón que recubre el paisaje de gris,

una tela de araña en el febril escondrijo

de la hora pactada para empezar a morir.



Porque muero, si… yo muero

cuando mi voz se retuerce en un silencio feroz

de un desierto de ayeres que destripa los sueños

que algún día volvieron a habitar entre los dos.



Es frágil la noche desde la que te miro,

como le es el latido que nacía por ti

y se cubren de invierno los verbos heridos,

de invierno se cubren, de hielo y serrín.



Una estéril mirada. Una extinta caricia.

Un luna apagada. Una lágrima vil.

Una maleta vacía, con un billete de ida

en esta noche callada, que aún no encuentra su fin.

martes, 13 de marzo de 2012

Ahora que te se...




¿Qué puedo hacer?

Ahora que te sé.



Ahora que te pienso

cuando empieza a amanecer.

Cuando el sol besa las nubes

y camina por mi piel.



Cuando el viento se desnuda

para ser huella en tus pies

y la alondra se detiene

entre sus alas de papel.



¿Qué puedo hacer?

Si mis ojos me delatan

si te ven aparecer

y una mirada callada

te contempla y se hace sed…



Sed de besar tu boca.

Sed de beber tu piel.

Sed de doblegar las horas

del reloj de la pared

y navegar en las ondas

de tu espalda de satén.



Dime ¿Qué puedo hacer?

Con este rudo deseo

que no para de crecer,

que tirita entre mis manos

¡y me quiere enloquecer!

se hace carne, se hace anhelo,

¡fuego cada atardecer!

¡latido, pasión y cuerpo!

¡que en ti quieren renacer!




Por eso dime en voz baja…

dime ¡qué puedo hacer!

con esta jaula de besos

que muerden hasta el papel

y estallan contra mi pecho

¡queriendo morir en tu piel!

lunes, 12 de marzo de 2012

Cuando camino la tarde





A veces, cuando la tarde pasea en los viñedos

y el cielo se pinta del rubor de abril,

te siento caminar a mi lado y me abrazo al silencio,

en los aromas callados de mil flores carmesí.



El tiempo se aquieta, la luz se detiene

y hay un susurro en el viento que me habla de ti,

de esos bellos ojos y sus otoños inquietos

que encienden luciérnagas si el horizonte está gris.



Y vas llenando mis horas con esa extraña marea

que va trazando paisajes en mi rostro de marfil,

mientras tus manos, me descubren esa hebra

con la que tejer mil sueños a la sombra de un violín.



Los árboles mecen sus hojas cimbreando entre sus ramas

ese pequeño nido donde nació un colibrí

y las nubes se van vistiendo de blanco, se sonríen, se acicalan,

se van lavando la cara, mientras que nos ven partir.



A veces, cuando camino la tarde,

los viñedos me contemplan y siento que estás junto a mi

y en silencio, me abrazo al rubor de mi carne,

te respiro ¡te hago aire! ¡para así sentirte en mí!

domingo, 11 de marzo de 2012

Agua clara





A veces no consigo descifrarme

y el misterio se apodera de mi voz.

No comprendo los aromas que me invaden,

si te pienso entre mis tardes,

mientras se desmaya el sol.



Se me nublan las estrellas sobre el cielo

y atropello las caricias al andar,

te me haces pensamiento,

arena y cuerpo, marea y beso

y en mitad de la tormenta ¡boca y mar!



Y un destello se me enciende en la mirada

como un brillo de esa luz crepuscular

que sostiene los violines y las anclas

cuando el viento se detiene

un instante a respirar.

Te navego en la quietud de una caricia,

y alimento esta ternura aún por dar

y entre bucles de dulzura te haces brisa

repoblando los senderos que mi cuerpo

te ha entregado sin dudar.



Eres ancla en el naufragio de mis días,

agua clara de un claro manantial,

donde quiero sumergirme

para así poder sentirte

mientras vuelo entre tus alas de cristal.



Y aún no entiendo porque habitas en mis horas,

si eres solo un pensamiento y poco más,

pero lates en mi pecho cuando enciendo las antorchas

que te buscan

y te quieren contemplar.

viernes, 9 de marzo de 2012

Déjame entrar




Ven, ábrete a mí, déjame entrar,

deja que limpie de mi piel la soledad,

deja que el aire se perfume

con la brisa de tu boca al despertar.



Ven, quiero volar, quiero vibrar,

quiero que el viento me desnude al caminar,

mientras tus ojos forman olas

que se abren como flores en el mar.



Quiero sentir que vivo en ti.

Rozar el cielo entre tus labios de cristal.

Quiero saber que estas en mi.

Aunar las manos y empezar a caminar.



No es tarde aún para bordar

nuevos latidos en tu pecho de coral.

No es tarde aún para pintar

en un lienzo nuevas perlas de cristal.



Por eso ven, déjame entrar,

y ver el mundo en ese espejo,

en el vaivén de tus cabellos,

mientras la luna ya comienza a dormitar.



Tan solo ven,

haz del silencio un universo,

donde el reloj no marque el tiempo,

donde los sueños no son sueños,

¡son el reflejo de una hermosa realidad!

jueves, 8 de marzo de 2012

Apenas nada




En un tiempo muy lejano…



cuando aún tus ojos eran míos,

cuando aún tu boca me nombraba,

cuando aún tus labios eran tibios

en el tibio despertar de la mañana,



las horas se quedaban detenidas,

reposando de dulzura en tu mirada

y el viento se aquietaba hasta ser brisa,

deslizándose en el hueco de mi espalda.



Las noches se enredaban con los días,

los días se mecían con el alba

y el alba despuntaba entre caricias,

que aprendían a amarse

hasta ver nacer la madrugada.





Tu nombre era vocal redonda y clara,

mi nombre, consonante enamorada

y juntos proclamábamos silencios,

el hermoso silencio de una única palabra.



En un tiempo muy lejano, muy lejano,

cuando aún salía el sol en tu mirada

fuimos todo, fuimos tanto ¡fuimos tanto!

que no entiendo que pasó…

se nos llenaron de vacíos las palabras

y nos estalló de invierno el corazón

y un frío helado se nos clavó en el alma.

Un tiempo muy lejano, muy lejano…

del que ahora queda ¡apenas nada!

miércoles, 7 de marzo de 2012

Te recuerdo





Te recuerdo,

caminando ensimismado bajo un techo estrellado,

con los ojos brillantes,

tejiendo en la mirada una colcha de sueños,

buscando luciérnagas

en las hojas caídas, en los árboles huecos,

en las nubes llorosas

de una tarde de invierno.

Cómplice del asfalto, te recuerdo…

con la inocencia del niño atrapado en el viento

apresando caricias

en sus pequeños dedos,

volando cometas con hilos de plata

entre los arrecifes que miran al cielo.

Te recuerdo extenso

con la amplitud del horizonte

que pinta el ocaso de fuego

mientras se despierta traviesa la noche,

desnuda, sin velos.

Y me gusta recordarte

al final de mis cabellos,

con mi nombre clavado en tus labios,

susurrando en mi cuello.

Y te recuerdo,

como si aún dibujases orquídeas

con esos lápices viejos,

como si aún dibujases mi vida

con la piel de tus dedos.

Te recuerdo…

lunes, 5 de marzo de 2012

Mis ojos soñaron...





Anoche mis ojos soñaron contigo,

contigo…

y mi piel se hizo luna sobre tu labio añil

y mi boca sedienta bebió de tu vino,

me emborraché de tu cuerpo

hasta saciarme de ti.



Anoche fui sombra, sudor y cadena,

anoche fui hembra en tu piel de marfil,

mordí la lujuria enredada en tus venas

y cubrimos el cielo de tibio jazmín.



No hubo un pedazo de piel sin caricia,

no hubo un pedazo de piel sin sentir

el fuego erizado, la pasión ¡el clímax!

el hermoso delirio de sentirte en mi…



Anoche fui tuya sobre las mareas

y entre tempestades te entregaste a mí.

¡Qué hermoso paisaje el de tus caderas

tatuando en mi carne pedazos de ti!



Anoche los lirios lloraron belleza,

rocío de labios, pétalos de abril

y mis sábanas blancas dibujaron estrellas

con tu nombre en mi almohada y tu olor sobre mí.



Anoche mis ojos soñaron contigo,

contigo…

mis ojos soñaron que estabas aquí

y el alba, callado, ha sido testigo,

de ese llanto amargo ¡al despertar sin ti!

viernes, 2 de marzo de 2012

Ese rincón de nadie




“Aún podemos morirnos uno en otro: es tuyo y mío ese lugar de nadie.” 

Jaime Sabines




Es tuyo y mío ese rincón de nadie,

donde se encienden las noches sobre las calles

y las farolas sonríen sueños fugaces

mirando a las estrellas tras sus cristales.



Es tuyo y mío ese portal callado,

donde me robaste un beso, labio con labio,

donde se enredó tu mano sobre mi mano

para hacer del tiempo un papel en blanco.



Es tuyo el sonido de este invierno suave

que desprende aromas sobre los trigales

y se queda quieto queriendo abrigarte

mientras caen las sombras y muere la tarde.



Es tuyo el paisaje que mis ojos pintan

cuando te contemplan al caer el día

y el ocaso duerme sobre las colinas

y el cielo despierta en un mar de caricias.



Es mío el latido que en tu pecho nace

cuando entre tus manos la vida se abre

y estallan colores sobre las pupilas

y un pedazo de luna se asoma atrevida.



Es mío (y es tuyo) el sabor de la tierra

que nos sacia la sed y nos cubre de hiedra,

que hace mantos de luz con sus hilos de seda

y pone rumbo hacia el sur, donde todo comienza.



“Es tuyo y mío ese lugar de nadie”

donde los ojos callan y el corazón se abre,

con la leve quietud de una llovizna suave

que nos empapa el alma ¡cuando el amor nace!
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