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A todos los que os asomáis a este rincón, gracias. A todos los que compartís un pedazo de tiempo vestido de letras, gracias.
A todos aquellos que aún creen firmemente que la palabra es un alimento para el alma ¡¡gracias!!

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio"
Federico García Lorca
"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."
Ernesto Sábato
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
John Lennon
"Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino será tu vida..."
Gandhi.

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Caminan conmigo

lunes, 31 de enero de 2011

Te recuerdo




A pesar de mi olvido cotidiano.
A pesar de esas pequeñas muertes
que acontecen día a día entre mis manos,
recuerdo que te amé..

Recuerdo la ternura de tu piel.
Ese baile de aromas en las noches de Mayo,
tejiendo caricias bajo un cielo estrellado.

El sabor de tu boca humedeciendo mis labios,
y la impronta del beso.. ese beso,
milimétricamente inexacto.

Aún recuerdo tus manos,
a pesar de las horas,
a pesar de los días, los meses ¡los años!

A pesar de este invierno
de cabellos blancos,
te recuerdo siempre ¡te recuerdo tanto!

Y tu aliento dormido
en la piel de mi cuarto,
pintando de fuego la luz del ocaso.
El deseo erguido,
buscando el abrazo,
timonel de tu cuerpo a mi cuerpo, amarrado.

Te recuerdo tanto.. te recuerdo siempre,
desnudando silencios con el reloj callado,
con esa mirada de tus ojos verdes,
naufragando en mis ojos ardientes y claros.

A pesar del tiempo en el cristal tallado,
aún llueve tristeza en tu rincón vacío,
te recuerdo siempre, te recuerdo tanto,
que hasta el viento llora desde que te has ido.

domingo, 30 de enero de 2011

Caricaturas



Yo sigo aquí.
Con las manos rotas,
la ilusión partida
en las noches que rugen,
empapan y gritan.

Y sigo aquí
a pesar de que  el alma
se quebró de abajo a arriba,
de arriba a abajo
y se reinventa cada día
y me grita (como diría mi amiga) ¡Al carajo!
para sentir que late, que sigue viva.

Yo sigo aquí,
a veces con la mirada perdida
esa que partió en busca
de alguna sonrisa que murió,
o tal vez no,
tal vez solo esté dormida
como la bella del cuento,
que entre amores resurgía.

Pero no,
esto no es un cuento,
es la “puta”  realidad como consigna
perdón, quise decir:
dura realidad que me destripa.
¿Esperanza? No. Son tan solo retazos
de locura perdida.

Y sigo aquí.
Rota, cosida, destripada, remendada
¡ y al ruedo de  la vida!
A morder los cuellos,
a pisar heridas,
a entregar patadas
y alimentar rencillas.

Groucho Marx decía:
“ He pasado una noche estupenda.
Pero no ha sido esta”
Yo añadiría:
He soñado una vida estupenda.
Pero no ha sido esta.

Hoy quiero parar mis pasos.
Pintar de rojo vivo mis labios,
besar a la luna, plantar un árbol,
encender una hoguera
y prender de tiempo mis años.

Quiero rozar la noche,
llenar de ternura mis manos.
Reírme de mi sombra,
de la vida, del pasado,
ser caricatura de mi misma,
sin tener que llover sobre mojado.

Quiero abrazar a mi sangre,
subirme a un columpio
en ese parque de antaño,
dejar que despierte esa niña
que aún vive, que aún late
¡que se está sublevando!

Quiero arrullar los días,
llenarlos de calma, pintarles sonrisas
y al cerrar los ojos, dejar que la brisa
me arrope  de viento, de tiempo, de vida.
Dejar que la vida por fin…. sea caricia.

sábado, 29 de enero de 2011

Y así vivimos



Y así vivimos.
Desdibujando rostros,
moldeando caricias que crezcan
como creció el ancho de mis caderas
por acoger la vida y derramarse en ellas.

Y así vivimos.
Fileteando la ternura que alimenta,
porque a veces no llega,
y se queda hambrienta la piel,
la piel se queda..  como esperando
la recogida de la siembra. (Y no llega)

Y así vivimos.
Aprendiendo a derribar barreras,
pariendo sueños, amamantando quimeras,
aglutinando de la noche la luz de las estrellas,
donde unos sueñan y otros se quedan.

Y así pasamos la vida,
atrapando de a poco el aliento,
que a veces se va con el tiempo,
reinventando unos viejos versos,
pintando en unos labios un beso nuevo.

Y así vivimos.
A ratos somos lágrimas de espanto,
cruentas realidades que en nuestra mente abortamos,
a ratos somos un encanto, solidarios, “humanos”
con manos rotas en papel de lija y esparto.

Y así pasamos la vida
quizá solo algunos, solo unos cuantos,
intentando que, hoy sea el “cuando”,
que el corazón sea el “dónde”
y el alma…. que el alma sea el “como”
del transitar de nuestros pasos.

viernes, 28 de enero de 2011

Mil veces



Cae la tierra lentamente bajo el peso de mis huellas,
que se arrastran, apenas, sin avanzar, apenas
en esta oscuridad que me derrota entera.
No estás y ahora
ya no puedo mirar  las estrellas,
estas retinas cegadas de amor que no cesa,
se derrumban en los ojos que no encuentran
y te lloran,
con lágrimas calladas, de inmensidad perpetua,
que se encadenan al alma y quedan presas,
te añoran,
porque has sido tú el andante de mis noches inciertas
amante fiel de esta vida rota bajo la inerte esencia
que de ti, aflora.
¿Cómo respirar ahora? Si  eras tú el aire susurrando en la alborada
que impregnaba cada pliegue de mi cuerpo con su aliento
y mi aliento, cual caricia, te mecía entre estos labios que te aman.
Como respirar, ahora,
sabiéndote marchito entre mis dedos,
estos, que mil veces en tu cuerpo se rompieron
para crearte una y otra y otra vez, de nuevo,
en cada línea, en cada hueco, en cada arruga, en cada beso,
que te adora,
Mil veces fui tuya en el silencio de las lunas sonrojadas.
Mil veces fuiste mío con el fuego en las entrañas deshojadas.
Mil veces se abrieron en su inmensidad  las aguas, destilando amor en cada palabra, en cada gota de mar, de lluvia, de viento,
sin importar la espera, sin importar el tiempo, sin importarnos nada, tu y yo, éramos el mundo entero.
mil veces… colgado en la esquina de mis labios resbaló hasta tus labios un te amo
mil veces… susurrante entre tus manos me entregaste tu regalo: Aguamarina, ¡Cuánto te amo!.
Y ahora
Ahora que no estás
navego a la deriva en oleajes que me arrastran,
que me expulsan de mi misma,
y solo quiero dejarme vencer por la locura
y ser por última vez,
delirio entre tus brazos que me acunan.

Soy mediocre.

Soy mediocre. Lo admito. Lo afirmo rotundamente. Con la frente levantada y la mirada en alto, admito mi mediocridad. Y os preguntaréis... si sabes que eres mediocre ¿por qué no haces algo para dejar de serlo? Pues porque incluso con esa "etiqueta" incómoda, defiendo mi autenticidad. Para bien o para mal soy única. ¿Y sabéis?  ya he perdido demasiadas cosas a lo largo del camino, como para permitirme el lujo de perderme a mí misma por ser algo que no soy.
Me gusta leer desde que tengo uso de razón y empecé a escribir hace mucho tiempo, de forma esporádica y breve. Durante el último año y medio lo he hecho de manera continuada. Escribo sin pretensiones, escribo porque las letras me han enseñado a dibujar realidades distintas y me han ayudado a "tolerar" mi propia realidad.  Escribo lo que me nace en las entrañas, lo que me emociona, me entristece, me enamora, lo que me provoca, me subyuga o me hiere... escribo, porque dentro de mi mediocridad, escribo con las tripas, las mías. Y seguramente en mis letras hallareis versos que se asemejan entre sí, porque tengo tendencia a ser "mono-tema"  hallaréis similitud (con la distancia que da el talento, por supuesto) con las letras de aquellos autores que me han impactado, hallaréis también verbos universales, temas universales, que todos los amantes del amor han utilizado en alguna ocasión.
En fin, como decía Sócrates "la verdadera sabiduría, está en reconocer la propia ignorancia" o aquella tan famosa de "Yo solo sé, qué no sé nada" ... aunque a decir verdad, algo sí que he aprendido a lo largo de los años, no mucho, es cierto, pero si hay algo es que todos los días tengo algo nuevo que aprender.... ¡aunque sea mediocre!!
No olvidéis sonreír.

jueves, 27 de enero de 2011

¡Ay de esa pena!




Qué tristeza hay en tus labios,
qué tristeza hay en tu boca
cuando no puedes nombrarla
¡Ay! ¡qué tristeza más honda!

Y se te clavan los besos
que nunca pudiste darla
y son dagas los “te quiero”
¡tatuados en el alma!

Y aunque habitas contemplando
estrellas de un mismo cielo
¡es inmensa la distancia!
¡tan profundo el desconsuelo!

¡Ay de esa pena  tan tuya!
que va latiendo en el pecho,
lleva nombre de mujer
con piel clara y ojos bellos.

¡Ay de esa pena tan mía
por ver cómo estás sufriendo!
Que vas muriendo de sed
sin ver las aguas que llevo.

Y te voy secando el llanto,
con ese mismo pañuelo,
donde mi piel de alabastro
llora por ti en el silencio,
donde vierto mi quebranto
en puñaladas de tiempo,
que van muriendo de tanto..
¡de tanto querer que en mis labios
busques todos los besos!

¡Ay de esa pena tan tuya!
que me hiere y me condena,
¡Yo suspirando por ti
y tu muriendo por ella!!

miércoles, 26 de enero de 2011

Aprendimos a ser hoy



Le robé a tus ojos una dulce lágrima
que quedó cautiva bajo una mirada
cristalina y tierna, llena de nostalgias
que se fue tornando en una noche clara.

Llegaste cansado de caminos rotos,
lleno de silencios, de espejos vacíos.
Surcos de añoranza  marcaban  tu rostro
 con todos los sueños yermos y marchitos.

Tejí entre mis manos un manto de estrellas,
para acunar en la noche todas tus tristezas.
Pinté en un lienzo mil palabras bellas,
vacié tus sombras, mastiqué tus penas.

Hallé entre tus dedos la semilla tierna
que sembró mi cuerpo con toda su esencia.
Floreció en tus labios mi carne serena,
que se llenó de ti ¡¡ de tu pasión, de tu entrega!!

Aprendimos a vernos en las cosas pequeñas,
en un reflejo de luna  bajo la mar inquieta,
en una gota de lluvia deslizándose en la arena,
en una simple caricia que se viste de poema.

Aprendimos a amarnos con la fiereza del alma
con la ternura del viento, con  el fuego en las entrañas,
con la locura del loco que no sabe de mañanas,
es el hoy lo que respira, lo que entrega, lo que ama.

martes, 25 de enero de 2011

Soledad




Tengo una soledad tan concurrida... tan llena de nostalgias y de rostros de vos...”
Mario Benedetti

Solo tengo una. Una soledad inmensa.
Ajetreada en el vaivén de tus recuerdos.
No hay semáforos que frenen
el devenir de tus dedos en mi cuerpo,
la caricia atormentada de tus labios,
el aroma inconfundible de tus besos.

Estallas en mil pensamientos distintos,
que despojados de color me visten de invierno
y se deslizan bruscamente por el frío
cubriendo esta soledad con un manto de silencio.

Solo tengo una
¡una inmensa soledad que me asesina!!
Me despoja de los sueños,
me derroca, me domina,
invalida mis deseos
y a su merced, sin remedio,
transcurren, cansadamente, mis días.

Pero tú estás.
Estás en cada esquina
recordándome tu marcha.
Estás en aquella farola encendida
donde duerme la ventana,
mientras embalo mi vida,
y empaqueto tu sonrisa en unas cajas.

Y en ocasiones,
aún escondo la mirada
tras un manto de pestañas
para que la lluvia cese
y no me sorprenda el alba
empapada de tu ausencia,
abrazando soledades
que me están quebrando el alma.

lunes, 24 de enero de 2011

Exceso de cableado

            Qué sencillo era ser niño, abrazado a la inocencia, en parajes sin olvido, sin heridas, sin conciencia. Qué sencilla era la vida, entre nubes y cometas, con un sol de chocolate y una pizarra de estrellas. Juegos sin cables, sin mandos,  al pie de una simple mesa o aquellos patines viejos, vestidos con viejas ruedas.
En el parque, los columpios, volando sobre la cabeza y un correcalles corriendo por en medio de la acera.
Niños, grandes y chicos, imaginándose un mundo de veleros y piratas, de piratas y doncellas, jugando a pintar la mirada con mágicas lunas blancas y misteriosas sirenas.
            Todos se conocían, eran vecinos de escuela, eran los niños del barrio, la gente de sobremesa.
            Ahora ya, todo es distinto. Hay miedo en la cartelera. Los niños, ya no son niños, son adultos precoces de estatura pequeña. La inocencia se desgrana a lomos de tanta violencia y el desuso de la magia, la imaginación escueta,  está haciendo que la mente de nuestros niños, se quede extinta de ideas.
Somos como borregos disfrazando marionetas. Vivimos de las tendencias, de las modas que nos cuentan., alimentando el consumo de  marcas y de etiquetas.
             Ya no “mola” ser un niño que mil historias se inventa, que deja volar su mente más allá de las fronteras.
Ahora nuestros niños tienen una infancia resumida,  exceso de cableado y poca materia prima para expandir la inocencia.

domingo, 23 de enero de 2011

Juanki y Lore =)

Hoy quiero presentaros a mi sobrino ¡¡a mi pedazo de sobrino!! ¡¡Y no es amor de tía!! Ojalá esa hermosa voz y esa mirada de mar, le lleve a cualquier lugar donde sueñe llegar.


Me apeteces






Hoy, me apeteces.
Me apetecen tus labios,
el aroma de tu vientre,
el desvarío poblado
de tu boca, de tus dientes.

Hoy me apeteces,
me apetecen tus manos,
el abismo de tus ojos,
recorriendo apasionado,
mis caminos sinuosos..

Hoy me apetece ser caricia atemporal
y pintarme en la acuarela de tu piel,
ser tormenta, ser rugido y vendaval,
ser el cántaro, ser la fuente de tu sed.

Enredarme con tu cuerpo de cristal
y en la impronta del deseo, amanecer,
florecida entre tus manos de azahar,
con jardines de lujuria y avidez.

Me apetece ser en ti, hembra y mujer,
subyugarme a tus anhelos,
hacerte mi esclavo, mi dueño,
y a la sombra del deseo, renacer.

Me apetece el delirio de sentir,
como lates, como fluyes,
como emerges de ti mismo
hasta ser parte de mi.

sábado, 22 de enero de 2011

Me molesta




Me molesta,
que una verdad indiscreta
sea en realidad una mentira encubierta,
pintada con el velo de la ausencia.
No saber distinguir
la amistad verdadera
de la pura apariencia.
Me molesta la ignorancia,
la propia y la ajena,
los juicios de valor a la ligera,
la necesidad innecesaria
de colocar etiquetas.
Me molesta,
la sonrisa falsa,
la falsa modestia,
la mirada esquiva,
la palabra incierta.
Me molesta,
la estupidez gratuita,
la falsedad, la violencia,
la intolerancia machista,
el racismo, la incoherencia.

Me molesta
la mirada estrecha,
la estrecha conciencia,
la discriminación cerrada
la injusticia abierta.

Me molesta
el sexo encubierto
de moralidad ajena.
Un falso “te quiero”,
una mirada ciega.

Me molestan
las mentes vacías,
los pasos sin huellas,
los dedos sin manos
¡la vida sin vida!

viernes, 21 de enero de 2011

Lo llaman eutanasia.






En un instante,
apenas en un soplo de aire
se nos escapa la vida.
Quizás, en la oscuridad
de una carretera perdida.
Quizás en la blanca luz
de alguna habitación dormida.

Sin preaviso, sin cartas de bienvenida
llega la muerte reclamando despedidas.
¿Cómo se le dice adiós a tu sangre,
cómo dejar marchar a aquellos a los que amaste?
A un amigo, a una madre, a un hermano,
a quién estuvo siempre latiendo entre tus manos.
¿Cómo se escribe un adiós cuando lo que nace
es un grito desgarrado?

No elegimos vivir y vivimos.
No elegimos morir y morimos.
Pero ¿qué ocurre cuando queremos elegir?

¿Qué ocurre cuando el destino
mata nuestro cuerpo, dejándolo inerte y preso?
¿Qué ocurre cuando es el tiempo
la muerte inexacta derramada en un pecho
que late con lágrimas de impotencia
porque ya no puede alzar sus ojos al cielo?

Unos ojos que ven, sienten y hablan
mientras su cuerpo callado y doliente se apaga.
¿Qué ocurre cuando elegimos
liberar nuestra alma?
¿Es indigno acaso, secar esas lágrimas?
¿Es indigno pensar que tenemos derecho
a elegir el momento de dejar de llorar?
Lo llaman eutanasia, yo lo llamo respeto,
compromiso, valentía, dignidad.

jueves, 20 de enero de 2011

Thought of You - by Ryan Woodward




Algo distinto y hermoso.

Ya nada será igual







Sé que nada será igual,
tras mirarme en tu mirada,
después de volar contigo
hasta el límite del alba.

Después de rozar tus muslos
con el umbral de mi espalda
y hallar en tu piel un mundo
de caricias entornadas.

Después de besar tu beso,
después de morder tu boca,
de aullarle a la noche en celo,
mientras la luna nos ronda.

Sé que ya, todo es distinto,
tras ser la luz de tus sombras,
después de trazar  destinos,
en tus labios,
con mis vocales redondas.

Después de sentirte mío,
en este tiempo sin horas,
de entregarme a este delirio
de ser tuya,
en el vaivén de las olas.

Sé que nada será igual,
sé que ya, todo es distinto.
Voy desnuda caminando
por las aguas de tus ríos,
sin una piel que me vista
¡salvo tu cuerpo encendido!
¡salvo tu dulce caricia!
¡solo tú voz, tu gemido!
Voy con el alma al aire bordeando tus abismos,
dibujándote en mis manos, habitando en tus latidos.
Voy con el pecho abierto y un susurro anochecido
que escribe tu nombre en el viento,
cómplice de este amor, que me arrebata el sentido.

miércoles, 19 de enero de 2011

No recuerdo qué pasó



No recuerdo que pasó
si fuiste tú o quizás fui yo
¿quién dejó de inventar las caricias?
¿quién olvidó aquella flor?
¿quién agachó la mirada
para esconder el rencor?

¿Quién enterró las sonrisas,
exilió la ternura, doblegó la razón?
¿Quién se vistió de distancia,
desterró la palabra, desdibujó la pasión?

Se fue deslizando el amor,
se escapó entre las rendijas
de mil heridas
que el tiempo no nos curó.

Entre soledades ciegas,
noches pariendo dolor.
Verbos conjugando piedras,
construyendo muros a su alrededor.

Manos que quedaron yermas
silencios vacíos, ausencia, dolor.
Lágrimas bajo las estrellas
que apagan su brillo, pierden su color.

No recuerdo que pasó….
solo sé que siento frío
latiendo en el corazón

martes, 18 de enero de 2011

Esperanza





 ¡Qué sería de nosotros sin los muros de la codicia, sin las fronteras armadas, sin la intolerancia del poder!  Sin vencedores ni vencidos en esta ardua batalla, en esta tarea cotidiana de vivir…



A veces, quisiera escribirle un poema de amor a la tarea cotidiana de vivir. A las mañanas grises salpicadas de nostalgia, a las ramas vacías de esos viejos árboles que aún se mantienen en pie, tan llenos de cicatrices y de recuerdos y de vida… escribirle  a la lluvia que nos empapa de dentro hacia fuera, de fuera hacia dentro con su  tristeza y empolva las hojas caídas en la memoria… esa memoria tan nuestra donde habitan los que ya no están, los que no estarán…

A veces, quisiera escribirle una oda a la esperanza, que se esconde, trasmuta, enloquece y cambia el color verde de su traje verde hasta volverse morada, porque no tiene aire, no respira, no avanza, y presiente que su muerte la acecha en un rincón, donde yace abandonada.

Escribir una historia sin guerras, sin hambruna en las paredes del alma, sin esos niños que nacen con la muerte marcada en la espalda, como una macabra etiqueta, un ilícito código de barras, invisible, imborrable… dejando un rastro imperdonable de esta miserable sociedad que nos ahoga y nos abraza.

A veces quisiera ser el arquitecto del tiempo y construir con palabras un puente hacia los anhelos, los sueños, las miradas, la ternura ociosa, la sonrisa despistada. Tender la mano y pintar en el aire una cometa con hilos de nubes blancas, con alas de colores para hacer volar de nuevo la esperanza.

Me robas la calma



Me robas la calma, con esa mirada serena
que adivino paseando por mi espalda.
Sin prisa pero sin pausa, arriero,
descienden  tus manos morenas
en las laderas curvadas de mi cuerpo.

Me robas la calma, con tu silencio.
Calladamente te acercas,
me provocas con el calor de tu pecho,
mientras tu boca febril me acecha,
para derramar su ternura en mi cuello.

Tirita la noche oculta en tus ojos,
¡me tiemblan los labios en la esquina del beso!
las caricias vuelan meciendo el deseo
y con el roce de tu piel estremecida
¡renazco de nuevo!

¡Rompes las costuras que me visten!
¡Rasgas con tu lengua los anhelos!
¡Bebes de mi sed, pozos de aliento!
¡Sembrando vida en los pliegues de mi cuerpo!  

¡Me robas la calma, eres mi desvelo!
¡Hombre con piel de hoguera,
corazón de fuego!
¡En tus brazos soy quimera,
delirando entre tus vientos!
¡Dame la calma, amaina el deseo!
¡Eres tú depositario de esta llama,
que me enciende el alma! ¡Dame ya sosiego!

lunes, 17 de enero de 2011

Me dueles









Me dueles,
en cada beso que escondo
para que no nazca herido,
en cada triste rescoldo
apostado,  en el abismo del grito.

En cada silencio tuyo,
en cada silencio mío,
en cada palabra hueca
donde ayer hubo un latido.

Me dueles en la piel del alma,
donde te llevo cosido,
después de tantas miradas
y de un todo compartido.

Me dueles en las costillas,
en los pasos del camino,
en la lluvia, en el sol, en la brisa,
en el viento con sabor a olvido.

Me dueles hasta en la sangre
en milimétrico destino.
En la entraña y en el aire
que de tu boca respiro.

Me dueles, amor, me dueles
en cada sueño marchito
y aunque no me duela amarte,
me rompo al sentir, amor…que te he perdido.

Esperé







No, no digas nada. Por una vez, escucha,
¡escucha en silencio, la voz de mi alma!

Esperé calmada la llegada de tus aguas.
Removí las arenas donde el fuego te aclamaba,
dibujé orquídeas blancas en el lomo de mis alas
y en la esencia de tus labios adormecí mis ganas.

Esperé con la ternura desnuda sobre mi espalda,
con el cabello al viento anclado entre las mareas,
mientras mis ojos buscaban de tus ojos la mirada
y en mi piel de tersa espuma atardecía cansada la mañana.

¡Esperé!
¡Con las manos llenas de primaveras!
¡con la luna encendida en la madrugada!
Con los sueños rendidos entre quimeras
sin querer ver, que la oscuridad, acechaba.

Y en la espera,
marchitas y en silencio ¡murieron las primaveras!
Arrojé mis sueños en letanías de viento
mientras las orquídeas quebradas  tornáronse negras
y entre ceniza y arena se derrumbaron mis dedos.

Y en la espera,
mis ojos se apagaron entre las quimeras.
Cerré las cortinas abrazada a la lluvia,
mis párpados preñados de agua salada
escondieron la noche entre gotas de luna,
derramándose en tristeza con la madrugada.

Y en la espera,
sumergí entre mareas mi vida entera, sin tiempo,
y en mi espalda desnuda,  queman los recuerdos,
y la noche avanza, oscura y yerma, entre lejanos lamentos.

domingo, 16 de enero de 2011

Lo que yo quiero de vos



"Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo" Julio Cortázar.


Lo que yo anhelo de vos, señor,
es apenas el sonido de un suspiro,
contemplando una mirada entre los dos,
que atardece tras la sombra de unos lirios,
cobijando nuestro fuego en un rincón.

El rocío tiritando en la mañana,
se hace eco de este tibio corazón,
que le nombra de esa manera callada,
susurrando en la hojarasca
para que el viento le ponga su voz.

Lo que yo quiero de vos, señor,
es la tierna melodía de la vida,
acunando entre sus dedos el dolor,
que la herida  se apacigüe en la caricia,
en cada latido que del pecho nació.

Lo que yo deseo de vos, mi  señor,
es la calma de sus manos en mi cuerpo,
descubriendo, deshojando sin pudor,
cada pliegue, poco a poco, beso a beso,
piel de hembra que se funde en su pasión.

La belleza universada en nuestras bocas,
deslizándose en cascadas de color,
mientras vuelan en el aire mariposas
y llueve dentro de la entraña nuestro amor

sábado, 15 de enero de 2011

Somos



Somos títeres extraviados,
buscando palabras
que aprenden a amar.

Solitarios y callados,
desciframos la manera
de ser recuerdo, de ser olvido,
de ser caricia, de ser rocío,
de ser un ápice de aliento
(el tuyo, el mío)
en unos labios que buscan
aire para respirar.

Somos amantes del alma,
fuego, ceniza, pasión, soledad.
Transeúntes, viajeros ausentes
que nunca se encuentran
aunque siempre están.

Somos escribientes de emociones,
dibujando en un  lienzo
mil estrellas,
entre brillos de colores
que se acunan en el mar.

Somos pétalos marchitos
floreciendo entre unas letras,
bosquejando la belleza
de dos almas que se quieren encontrar
para ser piel en el viento,
naufragando en ese beso
que han soñado tantas veces entregar.

Somos apenas susurros,
dos cuerpos anochecidos,
entrelazados, fundidos,
tejiendo un manto infinito
de ternura que nos vuela en libertad.

viernes, 14 de enero de 2011

No te esperaba



Ya no esperaba encontrarte
 en el susurro lento de la tarde, no.
Ya no espera sentir en mis manos
la caricia de amarte.

Pero llegaste tú,
inesperadamente tú,
¡irreversiblemente tú!
Poblando el aire con el aroma de tus labios,
en la quietud del silencio, en el cansancio de los años.
Llegaste respirando sueños entre los páramos colmados
de ayeres lentos, intransitables, derrumbados.

Llegaste con una chispa de vida en la mirada,
conjugando en la noche  el verbo y la palabra,
¡reventando las costuras de mis besos!
¡enredándote en mi piel de terciopelo!

No te esperaba, no.
Ya no esperaba encontrarte.
Y me sorprendió la mañana
dibujando una caricia en el estante,
inventando travesuras para darte.

Llegaste tú
inquisitivo, irrefrenable,
¡inmoralmente hermoso!
¡irremediablemente bello!
¡Cómo no amarte!

Llegaste para quedarte
como se queda el latido
suspendido en el pecho,
meciéndose en el alma,
en el péndulo del tiempo,
deshojando esta ternura
que nació para abrazarte.

¿Dónde hallo la calma?




Se humedece la vista
en la arena dorada,
cuando escribo tu nombre
entre lágrimas blancas.

El ocaso desciende
sobre la montaña
y mi alma se envuelve
de tristeza amarga.

Tu ausencia me quiebra,
doblega la entraña,
no estás, y la niebla
se hace espesa y vasta.

Si todo termina
¡si todo se acaba!
¿por qué tu mirada
sigue anclada en mi espalda?

¿Por qué aún presiento
tu desnudez callada,
invadiendo mi cuerpo
hasta llegar el alba?

¿Por qué aún te escucho
pronunciar mi nombre,
como en un susurro
que agrieta y encoge?

¿Dónde empieza el olvido?
¿Dónde hallo la calma?
¿Cómo construyo un camino
para arrancarte del alma?

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