A pesar de mi olvido cotidiano.
A pesar de esas pequeñas muertes
que acontecen día a día entre mis manos,
recuerdo que te amé..
Recuerdo la ternura de tu piel.
Ese baile de aromas en las noches de Mayo,
tejiendo caricias bajo un cielo estrellado.
El sabor de tu boca humedeciendo mis labios,
y la impronta del beso.. ese beso,
milimétricamente inexacto.
Aún recuerdo tus manos,
a pesar de las horas,
a pesar de los días, los meses ¡los años!
A pesar de este invierno
de cabellos blancos,
te recuerdo siempre ¡te recuerdo tanto!
Y tu aliento dormido
en la piel de mi cuarto,
pintando de fuego la luz del ocaso.
El deseo erguido,
buscando el abrazo,
timonel de tu cuerpo a mi cuerpo, amarrado.
Te recuerdo tanto.. te recuerdo siempre,
desnudando silencios con el reloj callado,
con esa mirada de tus ojos verdes,
naufragando en mis ojos ardientes y claros.
A pesar del tiempo en el cristal tallado,
aún llueve tristeza en tu rincón vacío,
te recuerdo siempre, te recuerdo tanto,
que hasta el viento llora desde que te has ido.