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A todos los que os asomáis a este rincón, gracias. A todos los que compartís un pedazo de tiempo vestido de letras, gracias.
A todos aquellos que aún creen firmemente que la palabra es un alimento para el alma ¡¡gracias!!

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio"
Federico García Lorca
"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."
Ernesto Sábato
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
John Lennon
"Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino será tu vida..."
Gandhi.

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Caminan conmigo

lunes, 30 de abril de 2012

Porque...




Porque todo vuelve, porque todo pasa

y entre los silencios, hablan las miradas.

Porque el cielo duele cuando tú te callas

y duele en la boca la palabra amarga.

Porque te he querido con toda mi alma

y aún lloran los lirios bajo la ventana

y aún cantan los niños esa vieja nana

y aún sabe a tu piel, la piel de mis sábanas…



Porque aún era invierno cuando me abrazabas

y un Octubre frío tu amor me jurabas.

Porque fuiste herida e injusta palabra,

fuiste la caricia, la noche y el alba.

Porque te he sentido dentro de mi entraña

y aún late el bolsillo donde te guardaba

y aún lucen con brío aquellas luciérnagas

que bebían vino junto a la alambrada.



Porque en mí te quedas aún cuando te marchas,

aunque ya no pueda contener tus aguas,

aunque yo te pida que seas distancia,

aún así te quedas latiendo en mi alma.

Porque has sido vida lamiendo mi espalda

y has sido ventisca quebrando mis alas.

Porque has sido niebla, sombra atormentada

y has sido la herida de mi piel cansada.



Porque todo queda y aunque todo pasa…

¡quedará en mi olvido tu memoria clara!

quedarán las lunas de lágrimas blancas,

quedarán las manos abiertas al alba.

El tiempo dormido sobre una palabra

sosteniendo el viento de tu boca llana.

Porque fuiste todo, nunca serás nada

y mientras yo respire, mi memoria escueta

¡te mecerá en el alma!

domingo, 29 de abril de 2012

A ti, mujer




A ti, mujer.

Que has nacido bajo el yugo

de ser solo una costilla,

enredada por la carne

al costado de un estigma.

A ti que hiciste del hambre,

alimento y rebeldía

y en el desierto sembraste

sobre la tierra baldía.

A ti, que lloraste sangre,

para regar la semilla

de esa libertad, ausente,

de esa libertad prohibida.

A ti, que nunca llegaste

a ponerte de rodillas

ante la imberbe masacre

de una sociedad machista.

A ti,

hoy te recuerdo,

¡proclamo tu valentía!

y grito a los cuatro vientos

¡que viva tu rebeldía!

Cruzaste puentes de fuego,

fuiste la espada y la herida,

defendiendo cada cerro

en cada batalla perdida.

Tu voz, condenada al silencio,

fue un estallido de vida

y aún sin pies, fuiste sendero,

donde hoy mis pasos caminan.

A ti, mujer, yo te aclamo.

A ti, que la historia te olvida.

A ti, mujer, que me has dado,

palabra, voz, rumbo y guía.

A ti, hoy te doy las gracias

por tu arrojo y tu valía.

¡Gracias por vivir de pie!

¡por tus alas extendidas!

¡Gracias por engendrar

la libertad de mis días!

sábado, 28 de abril de 2012

Tu abrazo




Percibo tu abrazo como un aire fresco

que eriza mi carne y se enreda en mi piel.

Me sabe a ternura ese beso en el cuello,

caricias que quieren saborear la miel.



Me sabes a lunas rozando la noche

sobre los tejados de mi desnudez,

tejiendo mi cuerpo sobre los acordes

de tu cuerpo erguido, sediento de piel.



Percibo tus manos bebiéndose el viento

de mi espalda tibia con su blanca tez,

trazando en tus dedos un único pétalo

que va deslizándose una y otra vez.



Inventas paisajes detrás de mis muros,

sostienes la nube del atardecer

y coses estrellas sobre el cielo oscuro

que brilla en tus ojos y eriza mi ser.



Tu abrazo es el agua que entibia mi pelo,

la arena que duerme sobre el mar aquel.

Tu abrazo es la tierra con el surco abierto

que siembra ternura dentro de mi piel.



Tu abrazo recorre todos mis senderos

y quiero fundirme ¡fundirme con él!

Deshojar el labio en la esquina del beso

y beber de tu boca ¡hasta saciar mi sed!



Tu abrazo secuestra en mi carne el deseo

y enciende ese fuego que en ti quiere arder.

Tu abrazo me late… me late en el pecho

y estalla en mi sangre las ganas de ser…



de ser en tu boca la hembra rendida,

de ser en tus labios ceniza y placer,

de ser en tu ombligo vocal encendida

de ser en tu cuerpo ¡pasión de mujer!

viernes, 27 de abril de 2012

Soliloquio




Llévame. Llévame hasta la luz. 

Estoy atrapada en esta oscuridad hostil de mi memoria. Atrapada en la cárcel azul de mis ojos de mar que aún lloran…aún lloran por ese nosotros que nunca fue, que ya no será… porque nada es cuando no se cree…cuando no se cree, nada puede ser. Nada. Cuando la niebla y el humo cubren los senderos y no hay camino de vuelta para la herida del pecho. Nada. Cuando en las tripas se hace el silencio y no llora el llanto y no nace el beso y no alcanza la mirada a preñar ya de sueños el cristal de la ventana y la pupila contiene apenas una lágrima deshojada…nada. 

Pero aún así, me atrapa la sin razón de sentir cómo si aún se extendiese una mano amputada o un hormigueo corriese por esa pierna que fue, pero que ya no es … la sin razón de sentir, que el verbo que ayer enterré aún recorre los pasillos de mi alma… 

Estoy atrapada en medio del viento que llena mis vacíos de recuerdos, recuerdos vivos, recuerdos muertos, recuerdos llenos de nostalgia de lo que fue y de lo que pudo ser mientras ruge la tormenta y se abre la tierra mojada bajo mis pies descalzos con sus pequeños pasos inciertos … 

Llévame. Llévame hasta la luz. 

Que estoy cansada de ser sombra en el reflejo nocturno de las horas. Cansada de desandar el tiempo al borde del abismo, de tener que rescatarme a cada rato del secuestro voluntario en el que habito. Cansada de vivir en el regazo de la duda bordeando la escasa línea que separa la locura y la cordura… Cansada de avanzar en el vacío y sentir como el vacío avanza de nuevo en mí y me recorre, recorre las aristas de mi alma y me atrapa… me atrapa de nuevo entre sus garras. 

Llévame. Llévame hasta la luz o al menos déjame que la mire… déjame que la mire un instante, desde esta nube lejana donde trepo cada día para poder encontrarme. Hazme saber que sigue ahí esa mujer… que aún vive en mí y quiere latir, quiere salir y ver al sol besando el cielo en la mañana. Esa mujer…que aún quiere ser espuma y mar, fuego y volcán, quiere soñar que aún puede ser.. que aún puede ver… como lloran de ternura sus mañanas. 

Llévame hasta la luz… y ayúdame a pintar de colores nuevos, los muros que levanté en el alma.

jueves, 26 de abril de 2012

Muérdeme




Muérdeme.

Muérdeme la vida.

Muérdeme la piel.

¡Muérdeme hasta el alma!

¡Muérdeme otra vez!

Haz que tiemble el beso.

Haz que empiece a arder

¡que se pare el mundo entero!

¡hazme tuya de una vez!



Por eso…muérdeme.

Muérdeme despacio

que te quiero contener

sostenerte entre mis labios

¡quiero hacerte estremecer!



Quiero que llore tu cuerpo

deseo sobre mi piel

y beberte por completo

¡libar de tu carne la miel!



Quiero sentirte muy dentro

mientras la noche nos ve

y el gemido se hace dueño

de tu cuerpo y de mi sed.



Muérdeme la vida…

¡Muérdeme otra vez!

Redondea con tus labios

cada jirón de mi piel.



Haz que el tiempo se detenga

¡dentro de mi desnudez!

Haz que despierte la esencia

¡en ti quiero amanecer!

miércoles, 25 de abril de 2012

Noches de Abril




Recibí tus ojos,

un abril desmayado,

desnutrido de sueños,

despojado de mi.

Era un abril extraño

pues el frío aún lloraba

y los huesos cansados

no podían dormir.



Recibí la ternura

en un racimo de labios

con sabores de luna

y tu aroma gentil.

Floreció entre las sombras

la palabra marchita

y un rubor de amapola

se hizo dueño de mi.



Recibí tu mirada,

sembrada se soles

surcando la nubes

pintadas de añil.

Preñaste mi alma

de bellos colores

y un lienzo en blanco

comenzó a resurgir.



Y mi nombre en tu boca

y tu boca en mi pelo

y mi pelo en el viento

de las noches de abril.

Y tu mano en mi pecho,

y en mi pecho la rosa

y en la rosa mil pétalos

¡queriéndote sentir!



Y un gemido que asoma

sobre el escote abierto,

donde un beso retoma

la tarea de abrir,

el ojal que se adorna

de latidos inquietos,

latidos que te nombran

¡cuando te acercas así!



Recibí de tus ojos

primaveras extrañas,

que van besando la noche,

esta y ¡mil noches de abril!

martes, 24 de abril de 2012

¡Qué difícil se me hace!




Qué difícil se me hace recorrer tu voz escasa,

dormitar tras la mirada de tus ojos de papel.

Escuchar llorar al alba que no encuentra ya sus alas,

recogiendo en mis pestañas pedacitos de su piel.



Qué difícil ser oruga encerrada en su crisálida,

atrapada en ese sueño de ir volando rumbo al sol.

Encender con una vela esa sombra desterrada

mientras se aleja la estela que ayer en el cielo brilló.



Qué difícil ser silencio, acallar todos mis besos,

coser labios y palabras en un trozo de cartón.

Desoír toda tu boca que me late junto al pecho

en un latido que atrona muy cerca del corazón.



Qué difícil ser arena sin poder rozar tus olas,

sin poder beber las aguas que se mecen en tu voz.

Encerrar este deseo que me nace entre tus horas,

que me respira y me apresa ¡acallando a la razón!



Qué difícil no entregarme

a esta hermosa melodía

que resbala por mi cuerpo

como el tiempo en el reloj.

¡Qué difícil contenerme!

¡no morderte contra el viento!

¡ y estrecharte entre mis labios

con esa intensa pasión!

Esa…¡que me está quemando dentro!

como un fuego primigenio

que va incendiando a pedazos ¡cada escondido rincón!

lunes, 23 de abril de 2012

Ella



Desconoces de mi esa sombra,

esa sombra que me habita,

esa inquietante presencia

que va palpitando en mi ser.



Tú no sabes que soy Ella si me mira,

solo Ella si me nombra,

que me sostiene y me anida,

¡hasta hacerme enloquecer!



Me perturba…me perturba y me extravía

¡me secuestra y me respira,!

redondea mis esquinas

para hacerme una mujer.



Ella sabe de mis lúgubres pasiones,

de mis pares y mis nones,

laberínticas porciones

que transcurren por mi ser.



Ella escucha los secretos de la noche,

la legión de soledades

que discurren por mi sangre

mientras lloran los cristales hasta ver amanecer.



Desconoces la penumbra que me invita

a cruzar al otro lado,

sin los juicios demacrados

que van juzgando la piel.



Tú aún no sabes,

como incendia mis sentidos,

multiplica los latidos,

me incinera entre sus manos ¡de impecable desnudez!

Ella siente,

Ella siente vive y muere

en el tropel de mis labios

en el hambre de mis dientes

y su clara lucidez.



Me desanda

y delira descarada,

desenreda los raíles

que van anudando mi piel.



Me desgarra,

pinta luz en la mirada

cose puentes con el alba

¡Ella está! ¡Ella en mí, es!

domingo, 22 de abril de 2012

Dímelo





A veces te encuentro

en un rincón de la noche

vaciando aquel beso

que dejé para ti.



Te encuentro amotinado,

como un breve polizonte

en la curva de mis labios

hasta hacerme sonreír.



Y te miro cual luciérnaga

incendiando el horizonte

de la piel que quedó huérfana

en la boca carmesí.



Y te miro en los ojales,

de la blusa descarada

que ha desnudado su carne

para estar cerca de ti.



Y en el aire va tu nombre,

en un vuelo raso y libre,

entibiando los olores

que dibujas sobre mí.



Dime cómo, cuándo y dónde

¡dime dónde, cómo y cuándo!

en mitad de qué desierto

¡saciaré mi sed de ti!



Dime cómo, cuándo y dónde

se enredarán nuestras manos

se encontrarán nuestros labios

¡y podré ser tuya al fin!



Dímelo suave y despacio,

cómo un susurro callado,

con tu voz entre mis labios

¡dímelo! ¡solo di sí!

sábado, 21 de abril de 2012

Una parte de ti





Me gusta mirarte, cuando el mundo duerme,

a través de los ojos que inventé para ti.

Contemplar tus labios, que del aire beben

y entibian las olas de ese mar añil.



Me gusta descubrirte, recorrer tus horas,

endulzar la esfera del reloj de Abril.

Rozar tu cabello, sonrojar tu boca,

jugar con tu beso y ¡sumergirme en ti!



Me gusta mirarte, sublevar tu cuello,

humedecer tus ganas ¡verte sonreír!

Acariciar tu pecho, enredarme en tus sombras

y encender la noche ¡de principio a fin!



Me gusta mirar cómo te besa la lluvia

y se inclina la tarde sobre tu pelo gris.

Mirar como salpica la luz de luna

en la piel de ese bolero que bailé para ti.



Me gusta caminarte, recorrerte en tus senderos,

dibujar un nuevo paso sobre ese viejo adoquín.

Rociarte con mis labios, enredarme con tus dedos

y sembrar de piel el beso ¡qué estás tatuando en mí!



Y quisiera ser el junco que navega en tus mareas,

la hierba donde dormitan los sueños que sueñan por ti.

Ser la luz y ser la niebla, el surco que aviva la tierra,

la ternura que alimenta. Ser… ¡una parte de tí!

viernes, 20 de abril de 2012

Manchada de llanto






Abrázame…en esta tarde manchada de llanto,

en la que habitan los fantasmas,

y siento que se hunden mis pasos

escondidos tras la sombra de una lágrima.

Solo ven. Abrázame.

Descuélgame de la cruz de esos labios,

que han desgastado la piel de mis sueños,

de mis manos, de mi cuerpo ¡de mis años!

han desgastado la piel donde latía un “te amo”

y ahora,

en esta hora colmada de vacíos extraños,

que estallan en el cristal del alma,

donde se mece la tristeza de mis ojos cansados,

ahora,

que la noche silencia la voz de mis labios

y la niebla es espesa

y el invierno desangra de frío mis manos,

ahora, solo abrázame.

Déjame acurrucarme en tu regazo,

deja que llueva en mi carne

esa líquida tristeza que quedó

¡clavada en el costado!

Abrázame. Solo ven y abrázame.

Que solo por un instante

¡deje el dolor de doler! ¡de morder!

¡de arañarme hasta el alma

por debajo de la piel!

Por eso…ven…solo ven ,

necesito que me abraces, un instante,

en esta tarde ¡manchada de llanto!

jueves, 19 de abril de 2012

Cuando me miras así...




Cuando me miras así… calladamente,

con ese otoño intenso en la mirada

y se quedan tus labios como ausentes,

mientras son tus ojos dulces los que hablan,

hay pedazos de mi que resplandecen

tras esa luz que habita en tus pestañas

y quieren enredarse en ti, cuando atardece

y el ocaso se recuesta en la ventana.



Cuando me miras así…tan dulcemente,

como buscando cobijo entre mis alas,

la ternura que me late se hace urgente

y en los paisajes donde habito ¡me haces falta!

y hay pedazos de mi que se rebelan

y enmudece la voz tras la garganta

y un mar sublevado se recrea

en mis ojos que te buscan y te aclaman.



Cuando me miras así…tan suavemente,

se amontonan en mi boca las palabras,

y un pedazo de mi quiere envolverte,

con una simple caricia ¡todo el alma!



Cuando me miras así…

hay pedazos de mi…

que besan tus labios con el alba

Hay pedazos de mi…

cuando me miras así,

que beben de tu boca las mañanas

Cuando me miras así,

hay pedazos de mi

¡que anhelan ser en ti toda mirada!

Quieren quedarse así,

morir en ti,

¡morir en el latido que te abraza!

miércoles, 18 de abril de 2012

Siento




A veces siento,

como tu aliento

va desnudando la piel de mi espalda

y siento 

como tu beso 

va dibujando en mi boca palabras. 





A veces siento,

como el deseo

tiembla en la noche junto a la ventana

y siento 

prenderse el fuego 

que incendia mi cuerpo ante la batalla. 



¡Siento!

¡a veces siento!

¡como tu carne y tu voz me reclaman!

Y siento 

¡te siento dentro! 

¡mordiendo la piel que renace en la entraña! 



Y siento

¡siento que muero!

en una muerte inmensa ¡y extraña!

Y siento 

¡que a ti me entrego! 

¡mientras se esconden las luces del alba! 



Y es que a veces te haces piel sobre mi herida, te haces carne entre las curvas de mi espalda, geografía en un mapa de caricias que te buscan y te encuentran con la escarcha. Y es que a veces te haces piel sobre mi vida y te muerdo en los confines de una sábana, te sostengo sobre el silo de una risa y depongo ante tus labios, la mirada. No imaginas el incendio que provocas, la oleada de ternura si me miras. No imaginas la locura de una loca ¡que divaga en el tropel de tu sonrisa! 



Y es que a veces yo te siento…

tan dentro ¡tan dentro!



Eres un mar poblado de lunas

caminando en el tejado de mi pecho

y yo soy una boca extinta de cordura

besando tu nombre en el aliento de un beso…



Y es que a veces yo te clavo entre mis días,

crucifico con tu boca mi deseo,

te desnudo ¡soy ladrona de tu hombría!

y te hago mío hasta sentir ¡como tiembla tu cuerpo en mi cuerpo!

martes, 17 de abril de 2012

Me enamoro y no...




Me enamoro y no,

del verbo tierno que descansa entre tus labios,

del breve sol que va muriendo en el ocaso,

del viento azul que mira al cielo de tus manos.



De esa mirada que me busca en la mañana,

que desayuna en mi café bajo la escarcha

y me sabe a ti hasta en la funda de la almohada.



Me enamoro y no,

de la sonrisa que descansa entre mis hombros,

cuando me enreda la ternura de tus ojos

y se hace piel una caricia sobre el mapa de tu rostro.



Me enamoro y no…

porque tal vez, yo ya no pueda enamorarme,

tal vez ha muerto aquí en mi alma ese paisaje

y solo pueda entre mis letras contemplarle.



Y es que murió dentro de mí el verbo “amarte”

desaprendí a conjugar para olvidarme

de ese dolor que fluye lento por mi sangre.



Estuve ciega caminando entre ideales,

alcé quimeras sobre un castillo de naipes

hasta sentir que todo en mí ¡se hacía aire



Y es que murió la primavera en mis azules,

murió la flor, la risa, el sol, todas las cumbres

Murió el amor que fue una vez…¡hogar y lumbre!



Ahora camino entre las sendas del silencio,

con mil heridas palpitando sobre el pecho

mientras la vida se retrata ya sin velos.



Y a veces duele no sentir ese amor ciego,

a veces duele no perderse en ese fuego

y duele a veces no poder ver su reflejo.



Por eso siento que me enamoro y no…

y es que tal vez, no pueda ya volver a amar

y se quede por siempre mi voz (y mi corazón)

atrapado entre las líneas de algún verso.

lunes, 16 de abril de 2012

Cuando no puedes verme





Cuando no puedes verme

yo rescato tu boca,

del silencio estridente

de tus vocales redondas.

La hago mía en la noche

como una extensa ola

mientras se empapan mis labios

con la piel de tus horas.





Cuando no puedes verme,

es mi voz quién te roza,

quien sostiene en tu cuello

una palabra rota,

que amenaza elevarse

para que tú la oigas

por encima del ruido

y de la nocturna sombra.



Cuando no puedes verme

aunque sepas que existo,

dibujo luces verdes

en los techos dormidos.

Escribo en las paredes

tu nombre junto al mío

y al pie de una farola,

dejo un beso encendido.



Las nubes se encaraman

sobre un árbol tendido

y en sus desnudas ramas

se desperezan los nidos.

Los niños juegan chapas

sobre el recuerdo ya ido

y en los bancos envejecen,

los parques ya vacíos.



Cuando no puedes verme,

te abrazo entre los lirios,

sostengo de tus ojos

ese otoño rendido.

Te invento entre mis manos

y tu piel se hace vestido

de mi cuerpo desnudo

y en ti…¡siento que vivo!



¡Cuando no puedes verme!

¡cuando no estás conmigo!

y llora de ternura

¡la caricia hecha delirio!

¡Te siento entre mis labios!

respirando mis latidos

y aunque no puedas verme, yo…

al cerrar los ojos ¡puedo sentirte mío!

domingo, 15 de abril de 2012

Me ocurres en la piel





Me ocurres, como una extraña marea

ataviada de labios,

mientras los ojos se enredan

en un cielo despoblado,

en esas noches oscuras, sin estrellas,

con una luna dormida entre las manos.



Me ocurres en cada pedazo de tiempo

en el que existo y no,

mientras las horas se empeñan en ser sueño

sobre ese viejo colchón en el que habito,

cuando te invento en mi pecho,

y reescribo tu carne en un latido.



Me ocurres en el aire que respiro,

en el leve temblor de un pétalo,

en la frescura del rocío.

En la breve llovizna que cubre mis ojos

cuando te miro.



Me ocurres en cada sorbo de café

donde se esconde el gemido,

entre los trozos de papel

donde te escribo.

En cada paso con su pie,

en cada sombra que no ves…

en cada pedazo de piel…

¡me ocurres!

¡Ocurres dentro de mí, dulce y sombrío!



Y la noche atormentada te desanda,

entre sábanas que sudan mi delirio

y la boca hambrienta busca tu mirada

por besar la desnudez que hay en tu ombligo

y se mueren las certezas y se callan

y en silencio, dulcemente… ¡te hago mío!



¡Me ocurres en la piel cuando te miro!

miércoles, 11 de abril de 2012

Te vienes





Y ahora

con el alma enredada en la garganta

y un llanto desgarrado

que amenaza con brotar,

te vienes,

a morder todas mi horas

a pintar un arcoíris

en mi pecho de cristal.



Ahora,

que a mi piel llegó el invierno

y en mis ojos la tristeza

ha tallado un nuevo hogar,

te vienes,

a besar sobre la nieve

que amanece en mis cabellos

mientras bebe el sol y el cielo

de mi vientre de coral.



Desierto,

soy un mar roto y desierto,

de espejismos y fantasmas

que me quieren doblegar.

Sin rumbo,

en la brújula del tiempo,

entre cárceles de ayeres

que me quieren atrapar.



Y ahora,

con el alma en la garganta,

como una espina clavada,

tu voz me viene a llamar…

Ahora,

que me abrazo a este delirio

de ser sombra entre mis sombras

para volverme a encontrar.

lunes, 9 de abril de 2012

Tres mil pedazos






Se me rompió la noche contra los cristales

y una extensa grieta desolló mi piel.

Y tras mis ojos claros de nítidos mares,

una espesa niebla, oscureció mi ser.



Sumergí mi boca en un silencio amargo

y naufragué en las algas de tu boca infiel.

Me hice eterna sombra en un profundo lago

e hibernó el latido que latía ayer.



¡Me rompiste el alma en tres mil pedazos!

yo los fui buscando y los repegué…

pero estoy cosida como un viejo trapo

y de dentro hacia fuera… ¡me rompí otra vez!



Ya no encuentro estrellas cerca de aquel faro

que besó la luna al anochecer.

Ya no brilla el alba cerca de tus labios,

no lamen las olas mis desnudos pies.



Se borró la huella, se hizo breve el paso

y en la tierra estéril, se murió mi piel.

Desértica y yerma se quedó mi mano,

huérfana del aire que acunaba ayer.



En tres mil pedazos se deshilacharon

los momentos bellos, las ganas de ser…

En tres mil pedazos tatuaste a fuego

un dolor que aún quema ¡dentro de la piel!

domingo, 8 de abril de 2012

Silencio






Hoy es uno de esos días en los que quiero dejarme abrazar por el silencio, porque no entiendo… no entiendo el ruido de la gente, no alcanzo a comprender el universo donde habito, no entiendo el sonido de tu voz, no entiendo… y solo quiero escuchar el silencio que envuelve las heridas de mi alma…

Sí. Esas heridas, que a pesar de saber que me desangran se han convertido en un punto de referencia para poder caminar a través de la niebla. Porque eso es lo que veo cuando te miro…niebla.

Confieso que estoy tentada a dejarme llevar de nuevo por ese “tú” que se muestra cuando el delirio aparece, ese “tú” que aún no sé si existió alguna vez o si fue solo consecuencia del dolor. Pero sé que no es real… sé que es un espejismo… un laberinto de dimes y diretes que no alcanzan a echar raíces tierra adentro y se quedan balbuceando en la superficie de tu piel.

A veces, cuando me miro al espejo, me desconozco…incluso recuerdo que hubo un tiempo en el que dejé de mirarme…dejé de sentirme, de escucharme, de importarme… y fue algo parecido a dejar de existir… tal vez aún no sepa quién soy. Tal vez, hasta el final de mis días esté “condenada” a sentirme inconclusa… a ser solo pedazos de mi misma, a reinventarme o a reencontrarme a cada golpe del reloj, pero si sé…sé que no quiero volver a dejar de existir. Por eso hoy… hoy solo quiero abrazarme al silencio de mi alma y encontrar ese pedazo de mi que aprendió a dibujar una nueva sonrisa a través de las lágrimas…

sábado, 7 de abril de 2012

La noche






Buscaba la noche tus ojos morenos,

buscaba tus labios, buscaba tu pelo

una cascada negra de trigo en el viento

y en tu boca abierta ¡buscaba tu beso!



Buscaba el sendero oculto en tu cuello

la lluvia de manos mojando tu pecho,

buscaba el camino del latido incierto,

la suave hendidura de tu ombligo inquieto.



La noche buscaba la sed de tu cuerpo,

la tinta escondida en el blanco lienzo,

buscaba tu carne prendida de fuego

para hacerse hoguera ¡y arder en tu lecho!



La noche quería sentir tus jadeos,

tu boca encendida, el gemir de tus dedos,

tu esencia prohibida, el olor de tu sexo,

quería sentirte ¡sentirte muy dentro!



Te arrastró a la sombra de sus ojos negros,

de su lengua fértil te hizo esclavo y dueño.

Se bebió tus ganas, se rompió en tu aliento

y después de cegarte, te cubrió de velos…



Ahora que la has visto, que la has sentido dentro,

persigues las sombras púrpuras de su aliento,

se adentran tus horas buscando ese lecho

donde ayer te hizo suyo ¡rompiéndose en tu aliento!



Pero ella se ha ido, muy lejos ¡tan lejos!

y se ha llevado consigo esos ojos tan negros,

no quiere enamorarse, no quiere tener dueño,

prefiere que la sueñes y ser en tu mente… un bello recuerdo.

viernes, 6 de abril de 2012

Ahora






Lloraba…

lloraba en mi piel la tristeza del alba,

esa líquida tristeza de una vida derrotada.

Se quedó bajo la hiedra en el cristal de la ventana

y ahora,

bajo el peso de las piedras

se va apagando… se apaga

ahogada en sus propias lágrimas.



Lloraba…

lloraba demacrada

la mirada que no alcanza

la caricia desterrada,

la boca estéril que calla

y en las manos amputadas

lloraba…

¡lloraba la desesperanza!

en un llanto desbocado

que no entiende de palabras.



Tanto tiempo caminando

a ciegas sobre mi espalda,

masticando mis heridas

como si no fuesen nada…

tanto tiempo desoyendo

las súplicas de mi alma

la voz herida de tiempo

que solo por ti clamaba… 



Tanto tiempo despojando

toda vida en mis entrañas

y ahora…

ahora que cierro la puerta

para morir a mis anchas,

ahora te sientes perdido

sobre mi piel desolada. 


Ahora…

ahora que el viento se ha ido

con las golondrinas blancas

y que el cielo está marchito

y ya no vuelan las calandrias.

Ahora que el invierno habita

sobre la tierra mojada

y está yerma la semilla

que te entregué junto al alma

ahora

¿tu quieres amarme?

¿quieres sostener mis albas?

con esa dulzura errante

que ayer.. ¡que ayer me negabas!

Ahora quieres ser mi amante

mi amor, mi amigo ¡ mi entraña!

ahora que cierro la puerta

¡para morir a mis anchas!



Ya no queda apenas nada

de esa quimera soñada,

queda una cruz solitaria

desclavándose en la entraña,

queda un halo de pestañas

quemadas de tanta lágrima,

ceniza sobre las brasas

¡ceniza gris y apagada!



Ahora que me voy tu llegas

¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas?

Ahora, ya cerré las puertas

para morir a mis anchas

y tal vez mañana pueda

renacer entre mis alas.

jueves, 5 de abril de 2012

Me pierdo




Me pierdo,

en el telón oscuro de tus pestañas vivas

que anuncian la lluvia que empapa mi ser...

una lluvia serena de serena sonrisa

que entibia mis horas y se acuna en mi piel.



Me pierdo en tus ojos de otoños fornidos,

tus ojos que hieren mis ojos de sed...

divago y me pierdo en ese beso dormido

que va tejiendo en mi boca mis ganas de ser...

de ser hembra en tu boca,

de ser niña en tus ojos,

de ser luz en tus sombras

y en tu cuerpo, mujer,

de ser carne en tu carne,

melodía en tus horas,

de ser brisa en la aurora

y verte amanecer.



Y me pierdo en la nostalgia

de un tiempo que nunca ha sido,

solo para encontrarte

caminando en mi papel,

te dibujo como un lirio

de letras y consonantes

con pétalos amarillos

y un tallo verde de miel.



Me pierdo cuando te sueño,

me pierdo cuando te miro,

cuando te acercas… me pierdo

¡en ti me quiero perder!

Me pierdo en este delirio,

que se me queda cosido

en el costado que late

¡por debajo de la piel!

miércoles, 4 de abril de 2012

"...Y besarte"







Arrullarte, conmoverte, descuadrarte…

Contrariarte

             comprenderte

                            conjugarte…

(conjugarte entre mis labios y besarte)



Inquietarte, deslumbrarte, conquistarte…

Explorarte

           sostenerte

                      desandarte…

(desandarte entre mis labios y besarte…)



Descubrirte en el silencio de la tarde

mientras nacen en mis manos

mil caricias para darte.



Caminarte, recorrerte, liberarte…

Contemplarte

                contenerte

                          ¡desbocarte!

¡desbocarte con mis labios y besarte!

¡besarte de piel para dentro!

dulcemente

cuerpo a cuerpo

lentamente…

saciar en tu piel el deseo

es-te deseo-

que desciende por mi cuello

y me eleva hasta tu cielo,

que me quema el infierno

y en mis venas queda ardiendo

y me tiembla

me tiembla la carne que tu vas rozando,

me tiemblan los labios, los besos rasgados

me tiembla ¡me tiemblas!

¡todo tú tiemblas en mí

mientras la noche se va desnudando!

Contenerte…

sostener tu cuerpo entre mis labios

y caminar en tu piel hasta sentir…

¡que el mundo entero se ha parado!


lunes, 2 de abril de 2012

Mis ojos




Sobre tus ojos de otoño

se detiene una mirada (mi mirada)

que quiere acariciar tu rostro,

que anhela acariciar tu alma.



Quiere sostener el mundo

que late entre pecho y espalda,

en un costado del cielo

donde la voz se hace extraña.



Donde las noches se besan

y las caricias se fraguan,

cruzando el puente de niebla

que nace sobre mis aguas.



Mis ojos quieren mirarte,

acariciar tus mañanas,

atesorar cada instante,

con sus pupilas cansadas.



Quieren levantar quimeras

sobre la piel de tu espalda,

hacer un mapa en tu cuerpo

¡y recorrerte hasta el alba!



Mis ojos quieren ser labios

en tu desnudez mojada,

quieren ser beso y abrazo

sobre tu carne exaltada.



Mis ojos quieren mirarte

¡hallarte en toda mirada!

percibirte, contemplarte

¡no ves que mis ojos te hablan!



Y quieren ser la caricia,

en la tormenta, en la calma,

enredarse con la brisa

donde tus pasos descansan.



Quieren que tú los mires,

que tú enciendas esa llama

que arde de piel para dentro

cuando el deseo ¡reclama!



Mis ojos quieren besarte,

ser el aire que te sacia,

libar la miel de tu carne

¡hasta que tiemblen tus alas.!



Morder tu cuerpo despacio,

¡sentir tu fuego en la entraña!

y en ese mundo incendiado,

mis ojos,

quieren perderse

¡dentro de tu mirada!

domingo, 1 de abril de 2012

La tarde





La tarde se va muriendo

despacio, como cansada,

detrás de ese roble viejo

que se asoma en la ventana.



Y se va apagando el cielo,

como un rumor que se acalla,

recostado sobre el pecho

del mar, con sus manos blancas.



Despacio muere la tarde

y no puedo dejar de mirarla

con ese rubor que arde

entre nubes sonrojadas.



Y tiñe el sol sus cabellos,

de hermosas hebras naranjas,

arropándose en un velo

de sedas rojas y malvas.



Se detienen los relojes,

las luciérnagas se alzan

y en un suspiro la noche

llega con su piel descalza.



Se adormecen los colores,

se asombran las lunas blancas

y como un ramo de flores

las estrellas ¡se desatan!



La tarde se va muriendo,

despacio, como cansada,

y yo, abrazada al silencio,

¡no puedo dejar de mirarla!
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