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A todos los que os asomáis a este rincón, gracias. A todos los que compartís un pedazo de tiempo vestido de letras, gracias.
A todos aquellos que aún creen firmemente que la palabra es un alimento para el alma ¡¡gracias!!

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio"
Federico García Lorca
"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."
Ernesto Sábato
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes."
John Lennon
"Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino será tu vida..."
Gandhi.

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Caminan conmigo

jueves, 31 de mayo de 2012

Tu piel contra mi piel




Mi mundo se mecía entre tus dedos,

en los límites redondos de tu piel contra mi piel,

la bandera de tu carne era mi cuello,

y la frontera de tus ojos, mi completa desnudez.



Bauticé entre mis labios cada beso

y en la pila de tu vientre fui deseo, fui mujer

y en las hordas de tu carne y de tu cuerpo

se acallaron los gemidos enredados en la piel.



A lo lejos las farolas suspiraban

y las calles no dejaban de llover,

el otoño se caía en la ventana

y en la ingrávida hojarasca comenzaba a anochecer.



El asfalto sonreía en los zapatos

y la luna nos miraba con su dulce palidez,

y mi mundo, se mecía entre tus manos

en los límites redondos ¡de tu piel contra mi piel!



Yo no sé si habrá mañanas en las flores

o si el cielo vuelva acaso a oscurecer,

o si aún me queda llanto en esas noches

donde vuelven los recuerdos a morder

pero sé, que te he sentido en los acordes,

de violines susurrando los sonidos de mi piel

y he sentido que tu voz rozó mi nombre

conjugando los latidos ¡de tu piel contra mi piel!

miércoles, 30 de mayo de 2012

Porque...




Porque tal vez es cierto,

porque tal vez te siento,

porque tal vez te quiero

en todos mis momentos.

Porque tal vez tus manos

se han enredado en mi cuerpo

y han dejado la impronta

de tu belleza en mi pecho.



Porque tal vez ya es hora,

porque tal vez ya es tiempo

de renovar memorias

de reinventar senderos,

de dibujar amapolas

en paredes y techos,

de no sentirme sola,

ni por fuera ni por dentro.



Porque mi voz te nombra,

porque mi boca es beso

sobre la piel que asoma

en este cansancio viejo.

Porque la vida vuelve

siempre está de regreso,

y un latido reverdece

entre los prados del anhelo.



Porque la vida es una,

porque el amor es bello,

porque aún prefiero ser loca…

que va remando a destiempo

empapada entre las olas

de un crepucular océano,

que ser como inerte roca,

en un desolado desierto,

que muere gota por gota,

en la rutina de los cuerdos.

martes, 29 de mayo de 2012

Yo no sé





Yo no sé que me ocurre

si respiro tu aire,

que la piel se me eriza

en este cuerpo de nadie

este cuerpo enllagado,

rociado de sales

con un resto de manos

donde aún queda sangre

y un recuerdo de labios…

un recuerdo de labios

que aún no logran besarte.



Yo no sé que me has dado,

si es embrujo o es arte,

si quieres ser mi amado

o quieres ser mi amante,

solo sé que te miro

y empieza a sublevarse

la redondez de mi ombligo

que aún no aprende a nombrarte.



Yo no sé que me ocurre

cuando estás a mi lado,

que camino entre nubes

mientras llueven los labios

y un sabor agridulce

se me queda enredado

en este beso que surge

y se me hace urgente entregarlo…



Yo no sé qué me ocurre

¡yo no sé que me has dado!

si eres solo un destello

o un temblor arraigado

que hizo nido en mi pecho,

en las cenizas de un árbol,

donde aún sueñan los sueños

con la voz de los pájaros

y aún se encienden los verbos

que anhelan ser conjugados.



Yo no sé si la noche

ha de ser tuya y mía,

mientras silban los robles

melodías de vida,

solo sé que en tus ojos

se despiertan mis días

y es en tus ojos de otoño

donde nace ¡la más hermosa caricia!

lunes, 28 de mayo de 2012

Caminarte




Me gusta caminar desnuda

sobre la piel de tus días

sobre la piel de tus ojos,

sobre la piel de tu vida…

dejarte entrar en las sendas

donde solo tú me habitas,

donde solo tú te enredas,

donde solo tu sonrisa

trae la luna a mi vereda.



Me gusta caminar el viento

donde me roza tu brisa

donde perdura la huella

donde tu boca y la mía

son un beso en las estrellas

un beso asombrado y tierno,

un beso de húmedas siembras,

un beso que surca los cuerpos

y aviva la carne despierta.



Me gusta caminarte entero,

sublevarte en mis caderas,

sostenerte, aquí en mi pecho,

donde el latido se quiebra

y ese loco pensamiento

que insufla de vida mis venas,

cuando navego tu cuerpo

y te haces piel entre mis sendas.



Me gusta caminar tu nombre,

susurrarte mientras sueñas,

ser aroma en los rincones

donde tus manos se entregan,

alimentarme de soles,

abrir cerraduras viejas,

y dejar que esta ternura

¡que esta ternura inquieta!

remueva la piel y me arrope

¡me arrope con su belleza!

domingo, 27 de mayo de 2012

Manos de otoño




Un cielo blanco y rojizo,

miraba callado tus manos de otoño

y los árboles mecían los nidos,

sobre las veredas de un camino ronco.



Recuerdo el temblor de las hojas

inertes y yermas, jugando en tu rostro.

Recuerdo que allí fuiste mío,

tendido en la hierba, con fuego en los ojos.



Las piedras cubiertas de hiedra

mordían mi carne fundida en tu torso

y el viento, describía en mis venas

la sangre desnuda, la piel y el asombro.



La tarde, se nos hizo cómplice,

se nos hizo boca sobre los madroños,

la vida se nos hizo carne

se nos hizo labio, pasión y sonrojo.



Recuerdo que gemí tu nombre

y dibujé con besos la piel de tu hombro.

Recuerdo que mi vientre herido

se acunó en tu cuerpo ¡tu cuerpo de otoño!



Recuerdo que robé el aroma

y me guardé la esencia de tu hermoso rostro

y ahora… ahora respiro… respiro las horas,

cuando tu me habitas y somos tan solo ¡dos locos!

viernes, 25 de mayo de 2012

Mientras tú me miras





Mientras tú me miras

las lunas se enredan

y un cielo rojizo

se quiebra ante mí.

Desnuda, la noche,

te busca en mi espalda

allí donde nacen

¡mis ganas de ti!

Te buscan mis labios,

mi piel de algas claras,

el mar de mis ojos,

¡mi boca de abril!

Te busco en mi vientre

redondo y callado,

que tiembla en tus manos

¡quiere ser en ti!

Mientras tu me miras,

florece la tierra

y el tímido ocaso

comienza a rugir.

Volcán y ceniza,

sobre mi regazo

¡ardiente caricia!

¡tu piel sobre mí!



Mientras tu me miras el mundo se para

y un nuevo paisaje comienza a surgir.

Un árbol sonríe sobre la ventana

y escribe tu nombre tras el cristal gris.

Las farolas duermen y sueñan ser alas,

ser como luciérnagas bajo el cielo añil,

llover en el viento, mecerse en las algas,

ser cómo un océano ¡de principio a fin!



Cuando tu me miras… todo se transforma,

el aire acaricia, la piel sabe a ti…

cuando tu me miras, mi cuerpo te nombra,

y quiero sentirte ¡muy dentro de mí!

martes, 22 de mayo de 2012

Tal vez nunca







Tal vez nunca llegue a ver tu voz dormida,

arropando la dulzura de la almohada,

susurrando entre mis labios melodías

al compás de una amapola sonrojada.



Tal vez nunca llegue a ser en ti, caricia,

ni a ser luna recorriéndote la espalda,

abrochando una sonrisa en tu mejilla

mientras bebo de tus ojos, la mirada.



Pero sé que has caminado entre mis dedos

y has pintado mariposas en el alba,

con sus alas de coral rocé tu cielo

y he volado sobre el lienzo de tu alma.



Sé que he sido entre tus manos el sendero

y en tu boca ha florecido mi palabra,

he reído con tu risa, he llorado con tus lágrimas

¡empapando de ternura las mañanas!



Y en mi vientre sonrosado, has sido anhelo

y has rodado por las curvas de mis nalgas,

has escrito un mapa azul sobre mi cuerpo

que se enciende aquí en mi piel ¡como una llama!



Tal vez nunca llegue a oírme en tus silencios

y no pueda conjugarte entre mis alas

pero sé que he sido lluvia, donde moja el sentimiento,

he sido luz entre tus sombras más amargas.



Tal vez nunca llegue a ser voz en tu pecho

y no alcance a desnudarte más allá de la mirada

pero sé que te has quedado piel adentro

¡has cosido tus pupilas en mi alma!

domingo, 20 de mayo de 2012

Si los cuento...





Si los cuento,

quizás sean más de mil los desperfectos

que se suman y se restan en mi cuerpo

como ocurre en esos trastos ya algo viejos

que han pasado muchos días, con sus noches,

y han tachado calendarios en el techo,

y han llovido en los otoños

y han llorado en los inviernos

y el estío no calienta ya sus huesos.



Si los cuento

es seguro, que la piel no está al completo,

se cayeron los pedazos de algún sueño,

se cayeron las caricias y aquel beso,

se borró la suavidad de un aleteo

y la herida fue mordiendo

cicatrices ya sin dueño

y la arruga es poseedora

de su tiempo.



Si los cuento,

es posible que aún me ganen

la batalla los silencios,

donde caben unicornios

que aletean bajo el cielo

donde suenan las mareas

con los violines del viento

y un faro se torna estrella

de indescriptibles lienzos…



Si los cuento,

ciertamente somos más

aún siendo menos,

somos más…

los que vamos por la vida sin paraguas

y empapamos de ternura el aguacero

y volamos cada paso

en el ala de un jilguero

y soñamos las miradas

que traspasan el espejo,

somos más,

los que dibujamos manos

para acariciar el verbo,

los que morimos despacio

crucificados al verso,

a ese verso que libera

¡las cárceles de nuestro cuerpo!



Si los cuento…

si contase los momentos

donde importa lo que cuento

tal vez fuese solo un cuenco,

lleno de vacíos llenos,

lleno de verbos y versos,

unos “Versos inconexos”

que han ido tallando en mi pecho

¡la luz de un nuevo universo!

viernes, 18 de mayo de 2012

Me aturdes




Me aturden los aromas de tu cuerpo

cuando lloran las mañanas

y tu piel se acerca a mi…

y el paso de tu pie se torna en huella

reciclando las estrellas

que dibujo para ti.



Me aturde la mirada de tus ojos,

que desnuda los otoños

que me habitan al dormir

y siento que el rubor cubre mi rostro,

soy la rama en la arboleda

¡deshojada para ti!



Me aturde descubrirte entre las rocas

anudando mariposas

con el tallo de un jazmín

y cubrirte con la piel que hay en mis horas,

y escribir bandas sonoras

con la cuerda de un violín.



Me aturde conjugarte en mis silencios,

ser la boca de tus besos,

ser tu azul un día gris

y rozarte entre pétalos de viento,

ser cometa a cielo abierto

y arroparme junto a ti.



Me aturdes, todo tú ¡me aturde dentro!

y me tiemblan las pestañas

cuando estás cerca de mí

y entiendo… ahora entiendo a los luceros

que se asoman bajo el cielo

¡para verte sonreír!

jueves, 17 de mayo de 2012

Atardece





Atardece

y juega el cielo a ser los ojos de la vida,

mientras lloran las magnolias solitarias

escuchando los sonidos de la brisa.



He caminado tantas veces por tu nombre,

tantas veces por tu espalda adormecida

pincelando con tu voz el horizonte

y bebiéndome las horas desteñidas,

esas horas con la noche entre los montes,

arrancando a mi memoria una caricia

intentando comprender por qué no hay soles,

por qué la tierra donde piso está amarilla.



Y miro al cielo en el rincón de esta cornisa

donde aún duelen los sabores de tus días,

y las sombras lloran lunas y aterrizan,

planeando en el silencio de la palabra no dicha.



Y aún no entiendo como pude deshojarme,

permitir que se esfumara mi sonrisa,

como pude desandarme y doblegarme

para ser la marioneta de otra vida.

Aún no entiendo como pude desoírme,

relegarme para luego, estando herida,

levantar enredaderas hasta el techo

y caminar entre paredes descosidas.



Ahora sé que soy la brújula y el norte,

ahora sé que soy la tierra y la semilla

y que no importa si destiño los colores

con el llanto de una hermosa melodía.

Ahora sé que no hay mañanas en las flores,

que no hay cadenas que no puedan ser roídas,

que no hay dolor que sea eterno en los relojes

y no hay amor ¡cuando te olvidas de ti misma!

domingo, 13 de mayo de 2012

La voz dormida




Como la voz dormida

que sueña el temblor de mi garganta

y lentamente se desliza

en el espacio de mi cuello y la mañana,

así, apareces en mis horas

como un paisaje que llega al despuntar el alba,

con tus vocales redondas

y tu aliento callado entre mis sábanas.



Apareces lejano

con un halo de tristeza en la mirada

con el mar entre las manos

y en tu cielo sin luz, una estrella apagada.

Apareces extraño,

con un disfraz de sueños en la espalda,

descosiendo los peldaños

que guardaron nuestras huellas en el alma.



Se nos cayeron los años

por las rendijas temblorosas y oxidadas,

con el otoño estriado

y las hojas desahuciadas en sus ramas.

Se marchitó el calendario,

se olvidó la vida de regar sus páginas

y morirnos, se nos hizo cotidiano

en la líquida tristeza de una lágrima.



Pero en mi vientre, cristalizó la belleza

y un pétalo sangró sobre las llagas

dejándome en la piel la dulce esencia

de un nuevo despertar entre las alas.



Ya no quiero llorarme, ni llorarte,

ya no quiero ser herida que desangra.

Solo quiero ser la hierba cuando nace,

ser rocío que humedece la hojarasca.



Ya no quiero quebrarme, ni quebrarte,

ya no quiero ser la sombra que te abraza.

Solo quiero caminarme entre las calles

mientras se inclina la tarde sobre la piel de mi alma.



Y no sé si he de volver a conjugarte,

no sé si tu voz dormida ya me alcanza.

Solo sé que al despertar puedo escucharme

y quiero descubrir, lo que mi voz reclama.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Así...




Como una sombra esculpida

en la grieta del asfalto,

inerte, ante la vida

que iba mordiendo mis pasos

así…

así quedó mi pupila

paralítica en el párpado,

así quedó la sonrisa

¡petrificada en mi labio!

así quedaron los verbos,

en la noche amordazados,

sin alas para alzar el vuelo,

sin boca para nombrarlos,

sin voz, ni oración, ni templo

¡solo un grito desgarrado!



Así…

al aire quedaron las llagas

de mi pie descalzo y yermo

y una multitud callada,

como una plaga de invierno

me fue devorando el alma,

la carne, la piel ¡y los huesos!



Así…

así me dejó la muerte,

esa ¡que vino a mi encuentro!

una muerte que no mata,

solo te borra por dentro,

asesina la esperanza,

doblega la sangre en el cuerpo

hasta dejarte colgada

de una soga, contra el viento.





Así…

así me encontró la vida,

aquella noche de invierno,

vomitando las heridas

contra un asfalto de hielo.

Un fuego desabrigado

llegó a la piel de mi pecho

y volví a sentir mis manos,

los latidos de mi cuerpo.



Se irguieron todos mis años,

se puso en pie mi esqueleto

y en un encendido ocaso

¡regresé de entre los muertos!

¡esos muertos que no mueren!

¡ni viven en sus adentros!

solo respiran y beben

la miseria, el desaliento…

Así me encontró la vida…

aquella noche de invierno

Qué venga a buscarme ahora

¡esa muerte en el espejo!

¡qué venga! ¡que ahora estoy lista!

¡para mandarla al infierno!

martes, 8 de mayo de 2012

Cuando...




Cuando tu voz se haga viento

sobre el diamantino cielo

y se detenga ese instante

que me cobija en tu pecho

y se apacigüen las hojas

sobre la piel de tu lecho

y lloren ternura las horas

sobre tu labio y mi beso…



Cuando despierte la aurora

sobre el ojal de tu aliento

y una caricia me atrape

en un rincón de tu cuello

y sepa que está en tu boca

la llave de mis anhelos

y sienta como me nombra

la vida, de piel para dentro…




Cuando tus ojos suspiren

en mi callado silencio

y sea tu aire mi aire

y sea tu cuerpo mi cuerpo

y sea tu carne mi hambre

y sea mi hambre el deseo

que encendido te desarme

¡y te haga arder en mi fuego!



Cuando llegue ese momento…

se alzarán las mariposas

sobre mi cabello al viento

y sabrás que el alba llora

¡queriendo detener el tiempo!

El aullido de las lobas

se escuchará en barlovento

mientras la luna se arropa

¡con la piel de nuestros cuerpos!



Cuando llegue…

cuando llegue ese momento

querrás morir en mis labios,

tramo a tramo, beso a beso.

Te extinguirás en mis manos

sobre un tejado de fuego

y estremecido y colmado

¡renacerás en mi pecho!



Cuando llegue…

cuando llegue ese momento,

se besarán nuestras almas

se enredará nuestro tiempo

y sabremos qué no importa

que nos aceche el invierno

nuestra primavera aflora

aquí ¡de piel para dentro!

viernes, 4 de mayo de 2012

Te esperé




Te esperé

Te esperé largamente

como se espera la vida

en la mirada del ausente

con su ausente caricia.



Como se espera la noche

disfrazada de prisa

en el devenir de la gente

con sus lavadas sonrisas.



Te esperé en la avenida

de los relojes inertes

mientras la lluvia moría

contra el asfalto caliente.



Y en los tejados, la vida,

con sus formas incoherentes,

apagaba las bombillas

de una sombra transparente.



Te esperé en la tristeza,

en el andén de la agonía,

donde pasaron los trenes

con sus ventanas vacías,



donde los niños aún crecen

apedreando las vías,

oxidando su mente

entre la rejas dormidas.



Te esperé en el infierno

de una boca sin labios

de unos labios sin beso

de un beso acordonado,

con un muñón en el cuerpo

de un cuerpo ya sin manos

de unas manos sin tiempo

¡en un tiempo desolado!



Te esperé con la muerte

asomada en el pecho

y una única lágrima

clavada entre mis senos

como un puñal cristalino

de cristalinos anhelos

que hallaron en tu distancia

¡su más grotesco sepelio!



Te esperé…

en el silencio de los días,

de los meses, de los años…

Te esperé

rota y perdida hasta mi último peldaño.

Ahora, ya no te espero.

Ahora… tan solo ando.

jueves, 3 de mayo de 2012

Inexplicablemente





Inexplicablemente añoro

lo dulce de tus labios,

tu mirada de otoño

posada entre mis párpados,

ese breve sonrojo

que asoma ante tus pasos

y lleva hasta mis ojos

la luz de un mar cansado.



Añoro los paisajes

que nunca caminamos,

los charcos de la calle

cogidos de la mano.

Las copas de los árboles

besando el cielo raso

y entre sus ramas ocres,

el encendido ocaso.



Añoro la caricia

meciéndose en tus brazos,

la leve melodía

de un susurro en mi regazo,

el despertar del día

subida a tus zapatos

cosiendo una sonrisa

sobre la piel de tus labios.



Añoro desnudarte,

nombrarte con mis manos

y bautizar tu carne

morena entre mis brazos.

Navegar tu cintura

de sigiloso encanto

y adentrarme entre las brumas

de tu vientre inhabitado.



Añoro respirarte,

ser en ti luna callada,

arroparte cada tarde

¡y ver nacer la madrugada!

Humedecer el rocío

de esa boca que me llama

y en la escarcha de tu beso

ver despuntar el alba.



Inexplicablemente…

te añoro en cada tramo,

en cada recoveco,

te nombro y te reclamo.

Inexplicablemente

¡te añoro entre mis labios!

¡inexplicablemente!

¡mi piel te está añorando!

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ternura urgente



Yo apenas sé,
de esta urgente ternura
que cada noche me escribe
tu nombre en la piel.
Que roza mis labios
bajo la penumbra
y acerca a mi boca
tus ojos de miel.

Apenas sé de ese cielo
que busca tus manos
meciendo las nubes
del atardecer.
De ese niño que llora
sobre los peldaños
aquellos momentos
que no han de volver.

Apenas sé del rocío
que bebe los besos
y embriaga los pétalos
aún por nacer.

Apenas sé del sonido
que envuelve tu cuerpo
y desnuda los lirios
al amanecer.

Apenas sé del camino
que asombra tus ojos
y enciende luciérnagas
sobre mi papel.

Apenas sé de tu rostro,
de ese dulce reflejo
que anida en mis sueños
¡que te quiere ver!

Eres,
como un susurro en el viento
que una tarde de otoño
me vino a mecer.
Eres,
como un pedazo de tiempo
que hizo cuna en mi rostro
y dejó huella en mi ser.
Eres,
como un inquietante anhelo
que suspira entre sonrojos
cuando empieza a atardecer.
Eres,
esa ternura que espero,
que se hace urgente en mi pecho
¡que me hace estremecer!

martes, 1 de mayo de 2012

Para vivir





Para vivir necesito

de apenas, mil rincones,

donde volar despacito

sobre tus verdes soles.



Una mañana inquieta,

un lápiz de colores,

una pizarra abierta

nadando entre las flores.



Necesito la belleza

respirando en mis pulmones,

el zumbido de una abeja

llorando girasoles.



Para vivir necesito

el vuelo de los halcones,

la libertad de los ríos

amamantando los robles.



Una luna blanca y quieta

coqueteando en el porche,

mientras un labio se estrella

en la esquina de mi escote.



Necesito de la hoguera

que va incendiando la noche,

de esa caricia inédita

que sonroja los acordes.



Necesito melodías

de violines disconformes

y que un unicornio se ría

sobre el mapa de la noche.



Necesito la palabra,

la palabra y el derroche.

Un verbo construyendo el alba

sobre la piel de tu nombre.



Necesito una mirada

que me rompa y me desboque,

que sostenga entre sus aguas

¡el fervor de mis pasiones!



Necesito ser la mano

que te vista y te deshoje,

ser la brújula y el paso

desnudando tus temores.



Necesito ser rocío

donde la niebla se esconde

y en tu pecho ¡ser latido!

¡qué aviva los corazones!
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