LOS HERALDOS NEGROS
"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!..."
César Vallejo, 1918.
Y sin saber apenas nada, sé
Que merece la pena sembrar
una dulce caricia en la ventana,
para verla crecer a contraluz,
aún sabiendo que quizá muera mañana.
Sé,
que a veces la oscuridad amenaza
y se escuchan las cadenas, los fantasmas,
arrastrando entre pasillos quejumbrosos,
los jirones que han quedado
dónde ayer estuvo el alma.
Sé,
que al pisar en tierra firme,
muero un poco,
pero vivo cada instante (cual un loco)
que no admite que los sueños quedan rotos,
y va cosiendo hilo a hilo un nuevo cosmos.
Sé,
que da miedo desnudar una mirada,
tiritar bajo la lluvia de unos ojos,
recostar el corazón sobre la espalda
y tender al sol
la sábana tierna de la esperanza.
Y sin apenas saber nada, sé,
que la vida te golpea de repente,
sin preavisos en una carta urgente,
que te encuentra donde vayas a esconderte
y mientras llegue,
solo quiero mirarme de frente,
y sentir, sentir, sentir…
ya tendré tiempo de morir
cuando me alcance la muerte.
Juer. Entré en tu blog por curiosidad, y te tengo que ser sincero. Me mató el poema. Fantástico, y menos mal que no sabes nada como dice el poema.
ResponderEliminarSeguro que vuelvo.
Un saludo.
Hay golpes, que golpean, allí donde la vida duerme, donde el desencanto se hace sangre y la sonrisa llanto, hay golpes que no sé, pero se, que se hacen necesarios, para despertar.
ResponderEliminarY ahora, no se que jolin te escribi...pero es...que hay golpes...
Te quiero amiga mía
¿Te mató el poema?? jajajaja Me pintaste una sonrisa con tu comentario y eso siempre es de agradecer. Vuelve cuando quieras y gracias por pasear conmigo en este rincón de letras. Un beso
ResponderEliminarMayra.....¿jolín? jajajajaja ¡¡eso no es propio de ti!!! jajajajaja Me tienes acostumbrada a esas "mayúsculas" !!!
ResponderEliminarYo también te quiero mi niña. Un besazo
Sabés? a veces hay que tomar los golpes como una caricia, porque nos sacuden de muchas irrealidades, al menos nos dejan traslucir cada vez mejor quienes somos en nuestro interior y aprendes a capitalizarlos. Besos mi reina.
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