En el regazo de un sueño
te vi caminar conmigo,
haciendo un ramito de tiempo
con los pétalos marchitos.
Te vi recoger el viento
de mis cabellos dormidos,
susurrándome un te quiero
entre mis labios rendidos.
Te vi navegar los mares
de mi cuerpo anochecido,
pintando entre los corales
besos de fuego encendido.
En el regazo de un sueño,
sentí que eras solo mío,
mi amante, mi amor, mi dueño,
mi más íntimo latido.
Sentí que la lluvia cómplice,
nos abrazaba cautivos,
nos susurraba una copla
siguiendo el curso del río.
Y a la vera de este sueño,
quise quedarme contigo,
mas, si al despertar no te tengo,
dime ¿por qué te siento tan mío?
¡Ay de esas noches negras
llenitas de tus vacíos!
cuando no puedo soñarte
ni sentirte en mi camino.
¡Ay de esas noches tan llenas
de un llanto callado y frío!
por saber que al despertarme,
tú ya no estarás conmigo.
AUSENCIA
ResponderEliminarEl alba abre su abanico,
evapora la noche,
pone llamas en mi rostro.
Con qué acuñar
el arsenal de gritos sumergido en mi voz.
Con qué amarrar esta turbulencia traicionera.
El día avanza,
nada me incorpora.
Llueve en mi memoria
o es tu arrullo lo que suena?
Una mariposa se posa en mis labios
para callar tu nombre.
Triunfa el silencio.
Qué he de poner sobre tu pedestal vacío?
Bolaños.
Las tuyas son unas coplas con sabor de tradición y sabor de música popular y sentida. Creo que es muy difícil escribir con esa naturalidad y sencillez.
ResponderEliminarUn abrazo
Aunque al despertar no este, que bonito es soñar... me quedo en ese sueño, en ese amor tan pleno al que nos llevas hoy....
ResponderEliminarAbrazos..
Totalmente de acuerdo con Jorge, es muy difícil escribir como tu, tus letras briotan a raudales desde la sencillez de tu corazón, que a la vez se hace grande con cada latido...
ResponderEliminarUn beso, amiga de mi alma, siempre estoy, lo sabes, como hermanas, desahogando mi llanto en tu regazo.