Te entregas a mí, con el suave roce callado,
de una mirada que busca, que camina
en mares profundos de cristal labrado,
donde sumergir tu boca de humedad cristalina
y naufragar en las arenas de mi cuerpo entallado.
Te entregas a mí
con el aliento quebrado,
con el amor en tus brazos
¡con la ternura en tus manos!
y la pasión embravecida
aprisionando entre tu pecho y mi espalda un ¡Te amo!
Te entregas a mí
con el deseo desgarrado de hacerme tuya,
de ser mi piel de luna oscura
¡arqueada ante el ímpetu de tus labios!
Quieres ser el aire subyugado
que muerde, saborea y se rebela
penetrando entre los páramos,
que dulcemente se entregan,
derramando en cada tramo
la ternura justa, el ansiado bálsamo,
la caricia eterna, el sutil reclamo,
la belleza efímera de acallar tus párpados
y ser tuya un instante ¡mientras nos amamos!
Aprisionado entre tu pecho y mi espalda un te amo...
ResponderEliminarTus letras son descripción exacta de ese amor que se siente, se instala y batalla con nuestras fuerzas para nunca salir...
Ay, mi Dios.
Besos de mi alma, amiga querida