En aquel cielo sin luna
mis labios callaron tu nombre,
era apenas un susurro entre las brumas,
una melodía apenas, unos acordes.
¿Cómo imaginar que en la penumbra
desdibujada y fría de mis noches,
hallaría transitando a la deriva,
las huellas de tus pasos, tus manos nobles?
¿Cómo imaginar que una caricia
tejería un corazón de roble,
que aprende a palpitar deprisa
si estas cerca y a dejar de latir cuando te escondes?
¿Cómo imaginar que en tus ojos pardos,
sembrados de mar, de verbos que besan,
florecerían ternuras sellando mis labios
llenando mi vida de luz y belleza?
¿Cómo imaginar amarte de esta sencilla manera?
Amarte sin distancias, sin fronteras,
sin apenas sitio para el tiempo
que derrocado y vencido se aleja.
Amarte sin primaveras,
con el otoño prendido en el pecho,
dejando estallar las quimeras,
hasta ser ceniza en la hoguera de tu cuerpo.
Amarte,
haciendo de una mirada un templo,
de la tierra el lecho, del aire el sustento,
¡de la vida el lienzo!
donde dibujar un nosotros
con los colores del viento.
¡No me dejes marchar, déjame justo ahí,
en mitad de la nada, en el centro de ti!
¡No me dejes marchar, quédate justo ahí,
ocupándolo todo en el centro de mi!
Hermosos versos de amor.
ResponderEliminarQue belleza de letras, y en el lienzo, colores de un amor.
ResponderEliminarEres la reina absoluta del romanticismo, tus letras dejan ver esa alma apasionada que cruza mares.
Mi abrazo de siempre, amiga querida.