Hoy me gustaría hablaros sobre el uso que se le da al término “manías”. Esas que todos sabemos tener y que en realidad se supone que tenemos aunque no siempre (supuestamente) admitamos tenerlas.
Según el diccionario de la R.A.E y en su acepción más próxima al tema que nos ocupa, la definición de manía es:
“Costumbre extravagante o poco corriente o preocupación injustificada por algo”
Bien. ¿Estáis de acuerdo con esto?? Yo no. No estoy de acuerdo en absoluto.
Cuando somos pequeños, vamos adquiriendo hábitos que se dan o que nos enseñan en nuestro entorno más cercano y según vamos creciendo, estos hábitos adquiridos se pueden mantener o pueden ser modificados por nuevos aprendizajes o simplemente por iniciativa propia, es decir… según vamos creciendo, vamos decidiendo lo que queremos y lo que no queremos. Aprendemos a deshojar y a delimitar “qué, cómo y cuándo” ¿no es cierto?
¿Por qué hay que definir cómo manía un acto que se realiza por iniciativa propia y de una forma totalmente premeditada?
Según esto, entiendo que saber lo que uno quiere, cómo lo quiere y cuando lo quiere es ser maniático ¿no?
Os pongo un ejemplo un poco tonto. Yo tomo mucho café (quizá demasiado o no, creo que no…). El caso es que tomo café con leche y me gusta tomarlo con leche fría. Siempre. Me da igual si está lloviendo, tronando o caen copitos de nieve sobre el capó del coche que está aparcado enfrente de mi ventana. Me gusta así…¿soy maniática y extravagante por eso?? Noooo. Y sin embargo, entrar en pleno mes de Enero a una cafetería y pedirme un café es complicado… a veces me miran como si fuese una extraterrestre o algo parecido. Algunos me preguntan dos o tres veces por si han oído mal y en otras ocasiones, no sé si por costumbre, falta de interés o de capacidad auditiva, me sirven la leche caliente y no os imagináis lo mal que me sienta eso…
Supongo que puedo enumeraros un sinfín de detalles sobre cómo me gustan y como no, ciertas cosas cotidianas. Sería una larga lista de esas supuestas “manías” que para mí, en realidad, no son otra cosas que aprendizajes formateados según mi propio criterio.
En fin, cómo siempre os digo (será otra de mis manías) no os olvidéis de sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por llegar hasta aquí y dejarme un pedacito de ti.