Con esa rotura simple, simple y pequeña
se fracturó tu columna, vertebra a vertebra,
y los pilares de carne, cemento y venas,
se quedaron tendidos sobre la tierra.
Y maldices la hora, en que ella te viera
con la mirada rota tras la vidriera,
con las manos caídas y el cuerpo inerme,
y los labios grisáceos de blanco y verde.
Un conductor borracho de alcohol y rabia,
se llevó por delante toda esperanza,
te seccionó las piernas, te arrebató las alas
dejándote dos ruedas y la mente… clara.
Y ahora que no tienes pies en las uñas,
ahora que no puedes ya ni abrazarla,
la miras desgarrado, miras y callas,
bebiendo en tu silencio, lágrima a lágrima.
Ella te mira tierna y enamorada,
con las manos partidas sobre la espalda,
en su garganta hay clavos, clavos y llagas,
de morder ese grito que la desgarra.
Y maldice aquella hora, en que te viera,
con la mirada perdida, tras la vidriera.
¿Cómo consolar tu ira desconsolada?
¿Cómo salvarte del miedo, de no ser nada?
¿Cómo saber lo que siente ahora tu alma,
habitando en un cuerpo, muerto y sin alas?
Con esa rotura simple, simple y pequeña,
un conductor borracho… te arrebató la vida,
y te dejó postrado en una cárcel
de carne y ruedas.
Ésta, como tantas otras, es una realidad grotesca y cotidiana para muchas personas que tuvieron la "desgracia" de cruzarse en el camino con la otra cara de la conducción irresponsable. A todos nos gusta salir, divertirnos y tomar unas copas con los amigos, pero si bebes...¡¡no conduzcas!! Feliz domingo para todos.
Muy profundo y sentido tu poema.. lo cotidiano para muchos..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Ángela, he tenido un alumno a quien vi irse, hacia el verano, caminando y luego, regresé para darle claes en un lugar de rehabilitación. No hay temas adecuados para la poesía, pues esta fluye de aquello que nos moviliza.
ResponderEliminarTe sigo!
Felicitaciones
Me uno a tu reivindicación. Responsabilidad por favor, se destrozan muchas vidas.
ResponderEliminarUn saludo.
Adolofo, gracias por este y todos los comentarios que has dejado a tu paso por mi rincón. Es un placer tenerte aquí.
ResponderEliminarBuen inicio de semana y un abrazo para ti.
María, sé que lo que le ha pasado a tu alumno es una triste realidad para muchos. Supongo que hay situaciones y accidentes que no se pueden evitar, pero otras... es nuestra responsabilidad que no sigan sucediendo. Gracias por estar en mi rincón. Te dejo un fuerte abrazo
ResponderEliminarAsí es Dante, es suficiente con un poco de coherencia y responsabilidad por parte de todos. Gracias por pasear por mi rincón y quedarte a compartir. Un beso grande y que tengas un lindo lunes.
ResponderEliminarImpactantes y reales letras, todos estamos expuestos a la irresponsabilidad de un conductor ebrio.
ResponderEliminarHace un tiempo se dió un caso de un señor que llevaba en su auto a sus hijos dormiditos, para no dejarlos solitos en casa para llevar a su esposa al trabajo, parado en la roja en el semáforo, vino un HO bebrio y le mató a sus tres bebés...es ésto justo, ni con mil muertes paga esas vidas perdidas y la locura en que se han refugiado los padres, para seguir viviendo.
Abrazos amiga mía
El ritmo de este poema figura el de una grite que se extiende sobre su contenido, y nos lo da en cachitos, en pedacitos que enbonan en nosotros....
ResponderEliminar... dejando huecos
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